COLDHEARTED [SUPERCORP -EDICIÓN]

Capítulo X: ¿Karma?

POV KARA DANVERS

Me he tomado mi tiempo en pensar las palabras para iniciar la conversación en aquel auto en donde la tensión y la frustración eran casi palpables, Lena conducía entre las calles de la ciudad con mucha determinación y molestia ¿Por qué Mike tuvo que llegar? ¿Por qué de todas las personas que debían defender tuvo que ser ella? Las preguntas pasan a segundo plano al momento que una luz de una farola ilumina el interior del coche y es donde me percató de los nudillos de Lena que estaban enrojecidos seguramente por el golpe brindado a Mike hace unos minutos atrás —Lena —llamé por su nombre a la ojiverde a mi lado, pero no hubo respuesta —, Puedes gritarme si eso te hace sentir mejor, pero dime algo — suspiro para evitar llorar.

—¿Por qué te gritaría? Por muy molesta que este contigo o con alguien jamás le gritaría — responde y siento mis mejillas enrojecer de la vergüenza —, No se que vida has tenido Kara para pensar que es correcto que una persona te grite o insulte cuando se encuentra molesta o con alguna emoción, pero yo jamás lo haré.

—Porqué seguías en el estacionamiento — comente desviando la atención a la calle y así evitar seguir viendo los nudillos lesionados de Lena.

—Mi prometida me llamó — responde y el nudo en la garganta se hace presente.

—¿Amas a Diana? — cuestiono y me abofeteo mentalmente por hacer aquella pregunta.

El silencio es eterno y mi ansiedad aumenta ¿Por qué debía tener la peor bocota de todas? Era mi culpa, al final era mi instinto de periodista el que salía a relucir en las situaciones mas pequeñas de mi día a día.

—Han pasado muchos años Kara y no mentiré que siempre busque tu rostro entre desconocidos con la esperanza de verte nuevamente, pero ese momento no llego —responde luego de una eternidad —, Luego conocí a Diana y es la persona más maravillosa que pueda existir en este mundo y siendo honesta, la amo — añade y siento un millón de agujas perforar cada parte de mi cuerpo —, Lamento no haberte encontrado hace años, pero quizás era lo mejor para ambas.

—Si — suspiro —, Quizás era lo mejor — miento antes de caer nuevamente en el silencio incomodó del auto.

Luego de un par de minutos, Lena estacionaba su auto en el estacionamiento de un complejo de apartamentos lujosos de toda la ciudad (Probablemente solo ingresar al estacionamiento costaba todo el salario de una quincena para mí). Lena ofrece su mano para salir del auto, pero niego de inmediato y ella frunce el ceño. La seguí en silencio, observé cada detalle de aquel lujoso lugar y como cada empleado saludaba o corría para atender las necesidades de Lena — Señorita Luthor — Llama un joven antes de abrir las puertas del elevador con una sonrisa —, La señorita Prince se ha comunicado con nosotros directamente y nos indicó que se comunicará con ella en cuanto pudiera — un vuelvo en mi estómago se hizo presente al escuchar el apellido de Diana, Lena agradece y subimos en silencio entre los pisos hasta llegar al destino final.

—Tengo un pequeño botiquín de primeros auxilios en el apartamento — indica Lena antes de colocar la llave magnética de la cerradura y abrir aquel lujoso lugar, si realmente Lena era una persona de lujos y de dinero, pero nunca pensé que era a tal magnitud. El apartamento era cuatro veces más grande que el mío y contaba con las mejores vistas de toda la ciudad, la sala de estar estaba perfectamente adornada en tonos monocromáticos negros — Siéntate donde gustes, iré por el botiquín — añade antes de desaparecer por un pasillo que supongo conectaba con su habitación, bueno la de Diana y ella.

Observo detalladamente el lugar y me percató que el apartamento de Lena era muy cálido a causa de la calefacción, contaba con un orden excepcional y sobre todo con muchos cuadros de ella junto a su prometida la señorita perfecta Diana Prince, sonrió amargamente al detenerme en una fotografía enmarcada justo al lado del sofá en el cual me encontraba sentada. La foto de jóvenes de Diana junto con Lena (Quien aún tenía una parte de su cabello rapado y esa vibra tan característica de aquella noche que la conocí) estaba inmortalizada en una enorme sonrisa en lo que parecía una playa de algún lugar del país.