Lena Luthor Pov
Uno, dos, tres... ¡A beber!
Dejando el club yendo lejos de Minnesota formando lazos temporales en cientos de lugares que raramente llegue consciente hasta que finalizó mi vida nómada en los ángeles después de tener una conversación (casi discusión) con mi conciencia para encontrar por fin una vocación en el mundo ¿Ya saben? Esa chispa que te hace sentir vivo, pero hasta el momento me acompañaba la narcolepsia y el licor.
Camino entre las calles concurridas de turistas, jóvenes y adultos me observan; unos con hambre y deseo sexual; otros con desaprobación, pero todos claro están juzgando por mi extraña vestimenta de colores oscuros y mi cabeza rapada ¿Cómo termine acá? Claramente no lo recuerdo y no deseo hacerlo, pero podría resumir el tiempo que llevo en tres palabras: cansada, aburrida y hambrienta. Aunque no pareciera, extrañaba mi ciudad y sobre todo el club de Minnesota, pero la decisión había sido tomada sin titubear aunque sé que muy dentro de mi he reconocido que detesto quedarme en un solo lugar ya que siempre he tenido ese temor de sentar cabeza o como diría mi madre "domarme y tomar riendas de la vida", ese sentimiento era algo que no iba a exteriorizar a gritos pero el temor hace estragos en cada parte de mi cuerpo y mucho más luego de romper mi promesa de no volver a consumir sustancias ilícitas.
Ahora que lo pienso mejor quizás el viaje a los Ángeles para buscar un lugar perfecto para actuar y ser fría como el hielo, aunque sabía que lo único que deseaba era un lugar al que pudiera llamar hogar. Lidiando con mis pensamientos no me percató de la persona a un par de pasos de mí y terminó tropezando con ella, me molesté demasiado así que estaba por gritarle cuando vi su rostro, ella era hermosa —Disculpa — Digo de inmediato antes de levantar mi teléfono celular que ha sufrido a causa de nuestro choque.
—Lo siento no era mi intención tropezar contigo —La joven se disculpa y una sonrisa aparece en mi rostro: ella es hermosa, sus expresiones y sus atributos son maravillosos, pero algo dentro de ella no me hacía emocionar como aquella noche con la rubia en el club, negué inmediatamente al querer comparar a la chica con la otra persona, ella no se lo merecía.
—No hay problema —respondí —, Fue mi culpa —Agregué, la joven me sonríe y me estrecha su mano.
—Ten lindo día —dijo indicándome así su despedida, pero algo dentro de mi impidió que la dejara ir así que tomé levemente su mano haciendo que ella detuviera su paso.
— ¿Te gustaría tomar un café? —Pregunté con la esperanza de obtener una respuesta positiva —Para compensar mi torpeza —me encogí de hombros al ver una hermosa sonrisa en el rostro de la joven, una sonrisa tan encantadora que podía derribar las murallas de cualquier palacio.
—Me encantaría —respondió la joven —, mi nombre es Diana Prince —dijo antes de estrechar su mano.
—Un gusto Diana, mi nombre es Lena Luthor —Fue así como empezó nuestro romance que nos llevaría a comprometernos ocho años más tarde
—
Desastre.
Equivocación.
Locura.
—Estoy loca —Susurró mientras conduzco hacia mi apartamento donde seguramente esperaba mi prometida mi llegada —, Kara Danvers será mi perdición si la dejo ser mi amiga ¿Quién es amigo de su ligue de un día? Locura es la palabra que describe con completa exactitud la situación a la cual el destino me hizo enfrentar desde la noche anterior en la cual llevo a derrumbar la muralla de emociones que en su momento cree para alejar a Kara de mis pensamientos —, Bien hecho Lena —Digo antes de apagar el motor del vehículo y colocar mi frente sobre el volante del auto —, Solo bastó el viaje a una tienda para cambiar mi opinión —bajo del auto y empiezo mi camino hacia el apartamento ¡Un chiste! Luego de ocho años me encuentro caminando casi a las cuatro de la mañana hacia el ascensor de mi residencia justo después de pasar la noche con ella. Ironías, pienso al recordar lo fácil que era caer en los trucos de ella ¿Qué le diría a Diana sobre esta situación? "Pasé la noche con mi tentación del pasado" sin duda no era la mejor opción.
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COLDHEARTED [SUPERCORP -EDICIÓN]
Fanfic-Las fresas y los cigarrillos siempre me recuerdan a ti -confesé mientras observaba a la mujer sentada al otro lado de la sala de estar -Es muy chistoso que después de todo este tiempo el destino nos junté aquí -Sonreí esperando una respuesta, pero...