Capítulo 2: Reminiscencia

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La guarida de Jinx era la personificación del desorden y caos, reflejo perfecto de la mente perturbada de la criminal. Ubicada en lo más profundo de los callejones sinuosos de Zaun, el escondite estaba oculto a los ojos inclusive de aquellos habitantes que tenían un mapa completo de los recovecos más inesperados.

Caitlyn despertó en una celda oscura, con paredes de piedra cubiertas de musgo y humedad. El espacio era diminuto, apenas lo suficiente para que pudiera moverse unos pocos pasos. Cadenas frías y húmedas sujetaban sus muñecas como si estuviesen mordiéndoselas, manteniéndola inmovilizada contra la pared de piedra áspera. La luz apenas penetraba por una pequeña ventana en lo alto, dejando al descubierto la suciedad y el abandono que rodeaba cada rincón.

El aire estaba impregnado de un olor rancio y metálico, mezcla de óxido y otros olores que prefería no saber. El suelo de la celda estaba cubierto de paja sucia y restos de comida podrida, indicando que no era la primera prisionera que había pasado por allí.

Se preocupó aún más.

Caitlyn, una vez en sus cinco sentidos, trató de luchar contra sus ataduras con desesperación, buscando una salida de aquel lugar infernal. Sin embargo, cada intento solo le causaba un dolor terrible y, además, frustración. Apoyó completamente su espalda en la pared, fue ahí cuando notó la dolorosa molestia en su abdomen. Bajó la mirada y se encontró con gran parte de su ropa superior destrozada, especialmente la zona que debería haber estado cubierta por el traje. Pudo entrever la herida y lo único que atinó a hacer fue tragar saliva.

La herida estaba inflamada y enrojecida, indicando una infección que se propagaba lentamente por su cuerpo, la piel que bordeaba la lesión ardía y se encontraba sensible al tacto, haciendo que incluso el roce más leve fuera una tortura.

Una pregunta en particular comenzó a martillar en su mente, como un eco persistente en el silencio abrumador de su confusión: ¿cómo se había hecho esa herida?

Trató de recordar los eventos previos al accidente, buscando en su memoria algún indicio que explicara la razón de por qué estaba herida, sin embargo, cada intento era en vano, ya que su mente parecía haber borrado por completo los detalles de lo ocurrido.

La falta de respuestas la sumía en un completo desconcierto, como si estuviera atrapada en un laberinto sin salida.

Sin embargo, poco tiempo tuvo para seguir buscando explicaciones dentro de sus pensamientos nebulosos. Sumida en la confusión y el miedo, comenzó a escuchar pisadas resonando en el pasillo cercano a la celda. Su corazón comenzó a latir con fuerza, anticipando lo peor mientras las sombras se movían en la entrada. Pronto, una figura extraña para ella apareció, con una sonrisa sádica en el rostro y los ojos brillando con diversión al ver el estado de la mujer.

—¡Buenos días, Caitlyn! —exclamó la extraña con tono juguetón, como si estuviera saludando a una amiga cercana. Cait se encogió en su lugar—. ¿Cómo te encuentras hoy? ¿Disfrutando tu estadía en este maravilloso hotel cinco estrellas? Bueno, diría que más de cinco estrellas, ¡diez estrellas! No cualquier hotel tiene reposa manos.

Esto último refiriéndose a las cadenas que decoraban las lastimadas muñecas contrarias.

Caitlyn sintió un nudo en el estómago cuando la mujer caminó con lentitud hacia ella. El miedo irradiaba de sus pupilas dilatadas, más aún cuando la contraria se detuvo a sus pies y, de manera rápida, inclinó la parte superior de su cuerpo para quedar más cerca de su víctima.

Los ojos ávidos de la pelilarga recorriendo cada centímetro del cuerpo demacrado de la oficial, evaluando con mofa la apariencia de esta.

Y vaya que daba mucho que desear.

Shadows of Memory 【 Jinx x Caitlyn 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora