Las luces de la ciudad de Piltover brillaban, aquella noche, como estrellas dispersas, creando un escenario de ensueño para muchos. Las calles, pulcras y ordenadas, rebosaban nuevamente de habitantes, situación que hace bastante no se daba a causa de los atentados provocados por la joven criminal; milagrosa, y extrañamente, los ataques habían cesado en su totalidad. Nadie se lo cuestionaba, mas sí lo disfrutaban de sobremanera.
El bullicio de la actividad urbana era constante, con personas de diversas procedencias y oficios compartiendo el espacio con robots y androides que asistían en tareas cotidianas. La energía de la ciudad se percibía en cada esquina, en el murmullo de las conversaciones animadas y las tiendas y comercios repletos de clientes. Los aromas de la comida callejera se entremezclaban con los sonidos de la música en vivo que resonaba en plazas y cafés, creando una sinfonía única que caracterizaba la vida nocturna de ese lugar.
A lo largo de las transitadas avenidas, se podían ver los letreros luminosos de empresas y negocios, algunos de renombre internacional que destacaban la prosperidad económica de la ciudad. Los edificios de estilo victoriano, con sus detalles arquitectónicos meticulosamente conservados, se alzaban majestuosos contra el cielo estrellado, recordando su prestigio cultural.
Pese a las animadas actividades que se estaban realizando para alegrar a los ciudadanos, había otros que no estaban del todo entusiasmados con la felicidad ajena. Entre toda la muchedumbre, se pudo visualizar a una persona en particular que denotaba molestia tanto en los gestos corporales como en sus expresiones faciales.
La mujer procedente de Zaun se encontraba en el centro de la ciudad, rodeada de oficiales y agentes de la ley, preguntando con evidente enojo si habían encontrado alguna pista sobre el paradero de Caitlyn. Cada negativa que recibía como respuesta aumentaba su descontento, las palabras cortantes que profería expresaban su malestar por la falta de avances en la búsqueda.
Volvió a intentar con otro de los policías que recorría la zona para ver, si esta vez, corría con algo de suerte.
El muchacho detuvo sus pasos apenas notó la presencia de la mujer. Con nerviosismo intentó mostrar respeto ya que, al fin y al cabo, se trataba de la mano derecha de la oficial desaparecida. Además, era bastante sabido por todos sus compañeros que la paciencia precisamente no caracterizaba a la de cabello corto.
—¿Alguna novedad? —preguntó con una entonación lo suficientemente alta para lograr que el chico se encogiese de hombros, intimidado.
El oficial, visiblemente incómodo por la situación, respondió con evasivas y disculpas.
—Lo siento, señorita... Vi. Seguimos investigando la zona, pero hasta ahora no hemos tenido suerte —respondió con sinceridad.
Después de obtener un rotundo "no" como respuesta una vez más, decidió regresar a regañadientes al edificio de la policía.
Una vez que llegó al establecimiento y puso un pie adentro, fue encandilada por las luces a tal punto que tuvo que entrecerrar los ojos para aminorar la molestia en ellos.
El interior del departamento policial contaba con una amplia sala de recepción con varios escritorios donde los agentes realizaban labores administrativas. El mobiliario era moderno y funcional, con computadoras y pantallas que mostraban información en tiempo real sobre casos en curso y operativos en la ciudad.
El ambiente, en esos momentos, era frenético, pero a la vez organizado. Se podían escuchar los murmullos de las conversaciones entre los trabajadores mientras revisaban informes y coordinaban estrategias para resolver las problemáticas en curso. La iluminación era adecuada, proporcionaban una atmosfera acorde a lo que ellos buscaban representar como organización: orden.
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Shadows of Memory 【 Jinx x Caitlyn 】
RomanceCaitlyn y la criminal más odiada de Piltover, se enfrentan en un juego mortal que se lleva a cabo durante una persecución. Sin embargo, cuando un accidente provoca que la oficial pierda la memoria, Jinx ve la oportunidad perfecta para darle un giro...