RING OF FIRE

Capítulo XXI: Ménage à trois

Verle frente suyo le pareció por demás irreal, aquellos ojos grises escrutando los azules estanques del rubio, no obstante eso era lo mínimo que debía sorprenderle, especialmente al sentir ese beso y como es empujado, delicadamente, hacia el interior de la habitación; Shingo por su parte estaba tan descolocado como Benimaru, claro que este último no estaba demasiado consciente de lo que sucedía ya que su cerebro se encontraba intentando procesar ese beso el cual su boca no dejaba de responder.

La punzada en la entrepierna del menor le hace a este reconocer que en definitiva no sentía, en absoluto, celos al ver a su pareja besar a ese albino, algo raro pues muchas veces sufrió en secreto cuando otros intentaron acercarse al modelo ya fuese para un autógrafo, foto o pedirle su número, sí, Yabuki jamás reclamó nada, pero eso no significaba que no hubiese en su corazón un resquicio de celos, era un hombre a veces un tanto inseguro, aún más al no comprender del todo cómo es que alguien como Nikaido se había fijado en él, pues en su propia percepción no era más que un chiquillo simple sin demasiada gracia; deja de pensar en eso, y en cualquier cosa, cuando se siente atraído por la nuca.

- K' san - su voz se torna en un hilillo al notar como los labios ajenos buscan los suyos al tiempo que las delgadas firmes y sexys manos de su rubio comienzan a deslizarse por su cuerpo.

El suspiro que escapa es largo y lleno de placer, por supuesto que deben ser discretos, pero eso no evita que uno que otro gemido leve se esparza por los aposentos. En especial por parte del chico de ojos grises, pues por primera vez en su vida ha conocido lo que conlleva no solo el sexo sino la profunda entrega entre dos, en ese caso tres, seres
que se atraen no solo de forma física, a pesar que el tiempo fue relativamente corto, lo que seguramente despertaría sospechas sobre la veracidad de los sentimientos entre ellos, pero por ahora nada de eso importaba, solo deseaban que sus cuerpos se reconociesen por completo, el ¿qué dirán? No tuvo cabida en toda esa noche, y harían todo lo que estuviese en sus manos para que tampoco la tuviese la mañana siguiente, ni las subsecuentes. El futón fue un grato cómplice al no "rechinar" como lo haría una cama occidental.

Claro que quien más sufrió los estragos de esa noche fue el pobre del castaño al ser el más dulce ninguno de esos dos tuvo consideración con su cuerpo haciéndole "Víctima" de sus deseos una y otra vez. Fue hasta el amanecer que ya exahustos cayeron rendidos. Suaves
besos son depositados en los omóplatos de Shingo, su piel era suave y despedía un agradable aroma a pesar de todo el ajetreo anterior; por su parte Benimaru tampoco se la pasaba mal, pese a su gesto serio Kahlan intenta ser "cariñoso" con su ahora amante.
Y si bien en esa habitación todo era miel sobre hojuelas alguien no experimentaba ninguna sensación agradable, todo lo contrario, parecía haberse perdido a si mismo entre la preocupación y la incertidumbre, pues al encontrar la habitación vacía pero con las maletas ajenas aún ahí creyó que su amigo habría salido a despejar su mente por los alrededores, tras lo cual decidió recostarse para intentar tomar un muy bien merecido descanso.

Por supuesto que sus planes no fueron bien interpretados por sus transmisores pues no dejó de moverse casi toda la noche. Especialmente al no notar la presencia de su amigo en el cuarto pese a ser las 6 de la mañana. Chasquea la boca y con pasos, lo más suaves posibles se dirige a una de las habitaciones de la cabaña. Tal que si fuese una broma del destino, segundos antes que los nudillos del cyborg golpeen contra la madera la puerta se abre, la sorpresa en ambos rostros es por demás visible, el castaño no puede
creer que su amigo se encuentre ahí, debido a la abertura de la puerta nota a Shingo que está perdido en brazos de Morfeo, logra "escanear" con rapidez el interior del cuarto, ropa en el piso, el cuerpo del albino está semidesnudo, sabe lo que ha pasado, es obvio, frunce levemente el ceño

- ¿Qué diablos hiciste? - Pregunta como padre que ha pillado a su hijo en una situación además de inconveniente, estúpida.

- iNo es lo que crees! - se apresura a decir el chico de ojos grises, sí, no es de los que de explicaciones a cualquiera, pero es Máxima, por supuesto que se las merece.