Un Amor Inesperado - Alastor x Lucifer

XI

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Ya era un nuevo día, Lucifer había despertado mientras frotaba un poco sus ojos, antes de levantarse y caminar hacia aquel bañó sin percatarse de en dónde se encontraba, mandó un pequeño bostezo.

— Que noche, mi cuerpo se siente extraño... — Mandó un nuevo bostezo antes de girar aquella manija y así proceder a mojar su rostro. — Humm... Y... ¿ésto?

Lucifer había levantado su mirada hacía aquel espejo y logró notar unas pequeñas marcas que provenían de su cuello a lo cuál se sobresaltó haciendo que su cuerpo se transformar en aquella serpiente.

— ¡Que demonios! ¡Aahhh!

Mandó un pequeño gritó antes de volver a su forma natural, pero nuevamente mando un saltó al enterarse que no se encontraba en su habitación. Rápidamente caminó hacía aquella habitación y reclamar.

— Alast...-

Aquél ángel se quedó en silencio mientras veía como aquél demonio dormía tranquilamente en el sofá, lentamente se acercó y tocó con delicadeza su rostro a lo cual se sorprendió al sentirlo tan frío.

— ¿Estará muerto? — Rio antes de caminar hacia la salida con cuidado sin antes tomar sus cosas, pero se detuvo.

Antes de que pudiera abrir aquella puerta, volvió a caminar en dirección hacia aquella cama y para así tomar una de las cobijas, y caminar nuevamente hacía él para luego cubrir su cuerpo.

— Idiota.

Mandó un suspiro antes de posar una de sus manos en la cabeza de aquél mientras acariciaba levántame su cabello junto con una sonrisa, pero reaccionó y se alejó sin mencionar nada.

Caminó nuevamente hacía aquella salida y procedió a salir de aquél lugar, sin percatarse que su hija se acercaba.

— ¿Papá?

Lucifer se quedó quieto un segundo antes de sonreírle a su hija que ya se encontraba delante de él.

— Cariñooo.... ¿Que haces por aquí?, y tan temprano....

— Venía hablar con Al y pedirle ayuda en algunas cosas, y tú... qué haces saliendo de allí? — Preguntó mientras lo veía.

— Eh, yo... He, He, He... Me, me quedé hasta tarde charlando con él mientras bebíamos un poco y creó que me dormí Ha,Ha,Ha... — Río un poco mientras cubría su cuello.

— Entiendo papá — Dijo mientras sonría.

— Hm... Por, por cierto manzanita, en vez de la ayuda de "Alastor"... Podría ayudarte yo. — Sonrió.

— Ohh, si papá está bien... Yo le había pedido ayuda a mamá y que me aconsejará... Pero... estaba algo molesta y no...

— Tu madre de seguro tenía algunos inconvenientes querida, no es que no quisiera ayudarte. — Dijo Lucifer antes de tomar el rostro de su hija. — Te ayudaré en todo lo que me pidas, y Alastor también lo hará... de seguro.

— Gracias papá...

Aquella princesa le había dado un pequeño abrazo a Lucifer a lo cuál se sobresaltó un poco, pero aún así correspondió aquél abrazo. Hacé mucho que no lo hacía.

— Y bien, debo ir a darme un bañó... Nos vemos luego cariño… cualquier cosa llámame y estaré allí contigo de inmediato.

— Si papá.