Era víspera de Año Nuevo, un ambiente de éxtasis y pasión envolvía el lugar, mientras cuerpos sudorosos se movían al ritmo de la música. Entre la multitud, Jimin se sentía completamente solo, a pesar de que las feromonas sexuales le arrugaban la nar...
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Jimin vió, a gran velocidad, como la loba marrón con manchas amarillas se abalanzaba hacia su cuello, logrando derribarlo. Tan solo unos segundos de diferencia evitaron que sus colmillos se clavaran en sus tendones, más no sucedió. Jimin alcanzó a esquivar el ataque alejando la cabeza. Girándola en sentido contrario para morder una de sus patas. Aunque su cuerpo estaba adolorido por el entrenamiento con Jungkook, eso no le impidió que, con renovadas energías, aprovechando que la loba rugía de dolor, golpeara con sus patas su abdomen para quitársela de arriba. La loba rodó por el suelo, y se alejó cuando Jimin intentó morderla de nuevo. Según le había aconsejado Jungkook, este era uno de los puntos débiles de los omegas, sobre todo si se quería ganar ventaja en un combate. Ambos lobos comenzaron a mirarse de forma lenta, caminando en círculos y un poco agitados, en el amplio espacio en que se encontraban peleando. Todos los miembros que estaban construyendo habían parado sus funciones para mirar el enfrentamiento, mientras que Jin, Tae, y Yoongi se mantenían juntos a un lado del círculo que se había formado, con un Jungkook convertido en lobo todavía.
Todos seguían, en silencio, con la mirada puesta en el animal blanco de Jimin, impresionados por el volumen corporal que había ganado. Tae estaba muy preocupado. Se mordía compulsivamente las uñas y pensaba que todo era su culpa. Normalmente el mantenía la calma en situaciones así, pero para su lobo era imposible no preocuparse por Jimin.
<< No tenía que haber cogido esos cinco minutos justamente cuando la tirana de Minji comenzó a protestar>>Pensaba atormentado.
Todavía estaba procesando al ver como Yoongi lo defendió. Pensaba que se iba a poner de su lado, pero fue todo lo contrario. A pesar de que, cuando comenzaron los trabajos pesados en el terreno, Tae ocasionó unos cuantos desastres con las maderas que tenía que trasladar, Jin y él se portaron bastante amables, ayudándolo a recogerla.
No tenía esperanzas de que el resto del día con el amargado omega fuera ha mejorar. Su forma de actuar lo tenía bastante confundido. Desde el apasionante beso que habían compartido antes que saliera el alba, hasta lo frío y cortante que se había vuelto toda la mañana en la enfermería. Tal vez porque cuando estaba con el beta, Yoongi canalizaba su mal humor hacia este, olvidándose de su casi mísera existencia. Lo que alivió a Tae. Al parecer Jin se sentía más adaptado a su forma de ser y eso lo ayudó a relajarse un poco. Durante el transcurso del día conoció aun más el carácter explosivo de Jin. Ignorando completamente lo impredecible que se había vuelto el omega. Asi que se estaba dejando llevar sin cuestionar nada, ni su recién descubierta homosexualidad o quizás su nueva desbloqueada obsesión: ser besado por el fogoso omega. Porque si, a pesar de que se mostrara tan tranquilo, estaba descubriendo que Min Yoongi lo hipnotizaba con su carácter íntimamente apasionado, adictivo y dominante. No era un omega cualquiera, y eso lo estaba volviendo loco. Demasiado loco como para que, cada vez que se aproximara o lo tocara, no le importara su orgullo de alfa y se quedara a su merced de sus pecaminosos labios.
