Suplicio | TodoDeku

Capítulo 4

4-¿Confiar o desconfiar?

Ellos voltean a un lado, después al otro y veo que analizan todo a su entorno. No se siente como si estuvieran buscando algo concreto, más bien como si fueran de exploración.

Observo que uno voltea a nuestra dirección y reacciono de inmediato, me agacho aún más y Shoto me imita. Quiero huir de la situación o salir corriendo sin estar en peligro.

—No levantes la cabeza hasta que no te lo indique —le digo a Shoto, asiente.

Me muevo solo un poco para poder observar lo necesario sin levantar la cabeza. Veo los pies de todos esos soldados y también veo que comienzan a caminar con normalidad. Me siento aliviado, eso significa que no nos vieron, de haberlo hecho, hace mucho rato una o dos balas habrían sido disparadas en nuestra dirección.

Esperamos un poco más y, cuando finalmente todo rastro de esos soldados desaparece, le indico a Shoto que podemos levantarnos.

—Debemos tener cuidado, parece que el bosque no está despejado —digo, con temor.

—¿Cuánto falta para llegar a a carretera?

—Caminando con precaución, quizás una hora más.

Miro a mi alrededor.

—Tenemos que ir junto a los árboles, para ser más precavidos.

Shoto asiente y continuamos nuestro recorrido.

Me alegra decir que no pasamos por muchas dificultades. Atravesamos lo que nos quedaba del bosque sin ningún inconveniente. Además de la anterior, solo una vez volvimos a encontrar a otro grupo de soldados, pero supimos ocultarnos de ellos y evadirlos.

Aún así, el camino en cuestión no fue sencillo emocionalmente. Pude sentir todo el rato que el corazón me latía en la garganta y me resonaba en los oídos. Aunque no puedo decir que vi lo mismo en Shoto. Pienso en si de verdad no siente nada o quizás es un experto en ocultar sus emociones. Insinuando todo, se comportó bastante tranquilo. En ningún momento lo ví aterrado.

A pocos metros de nosotros veo el final del bosque y la imagen de la carretera que se filtra entre los arboles. Me siento aliviado, finalmente no tengo tanto pánico. Shoto y yo caminamos esos pocos metros que nos quedan, y el viento libre sin contratiempos ni obstáculos me acaricia el rostro. Miro a mis costados, y solo veo el camino de la carretera. Después de días, lo hemos logrado. Aunque todavía no estamos a salvo.

Sé cómo funcionan los soldados. Ellos se centraran en buscar o vigilar principalmente los bosques porque ningún soldado guarda nada en un lugar tan expuesto; sin embargo, será un lugar que vigilarán de vez en cuando por lo que tampoco estamos completemente a salvo.

—Hemos llegado —menciono, con cierto aire de satisfacción.

Shoto suelta un sonidito de su garganta para asentir.

—Ahora tenemos que avanzar por esta dirección. Hay menos probabilidad de vigilancia en esta zona, pero no estamos seguros, tenemos que salir del territorio lo antes posible.

Comienzo a caminar por la dirección que sé es la que lleva a mi ciudad. Son muchos kilometros de distancia, pero en unos cuantos hay una gasolinera por la que podemos pedir ayuda. Basta con que lleguemos ahí.

Caminamos por la orilla de la carretera. En realidad está bastante desolada, pero ponernos en un campo tan expuesto no es buena idea.

—¿Qué es eso?

Pregunta Shoto, volteando detrás de él y yo hago lo mismo. Entrecierro los ojos para enfocar mejor una pequeña mancha que se ve a la lejanía y, como pasan los segundos esa figura se vuelve más clara.