✧。Capítulo 4。✧

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Elinna hizo puño la mano que tenía libre, resistiendo así las maravillosas ganas que tenía de darle un rodillazo a su “querido” compañero. Y aunque la idea le parecía bastante tentadora, sabía que al hacerlo podría levantar estúpidos rumores al salir de ese ascensor.

—¡Yah! ¿Conoces el espacio personal? Vete más para allá —le pidió bastante incómoda, ella no iba a tolerar más su cercanía así que intentó alejarse, pero él levantó los brazos y pegó las palmas en la pared, creando así una especie de cárcel donde la tenía atrapada—. ¿Es necesario qué hagas esto?

Él no respondió a ninguna de sus preguntas, simplemente prefirió verla de esa forma coqueta; un gesto que escondía más de lo que cualquiera pensaría.

—¿Por qué tan nerviosa?

—No lo estoy, solo quiero que te alejes. Alguien podría subir y malinterpretar esto —ella le reclamó, quería empujarlo pero no le agradaba la idea de tocarlo.

—Deberías admitirlo de una vez. De nada servirá que sigas negando lo evidente —le susurró.

—¿Por qué susurras? —preguntó extrañada, solo estaban ellos dos así que no había necesidad de hacer eso—. ¿Qué debo admitir?

—Lo obvio —hizo una breve pausa para mirar sus labios y luego volvió a sus ojos—, que estás enamorada de mí.

—Ay, por favor, Bang Chan, es a Jennie a quien deberías estar diciéndole todo esto.

—Ella no me interesa —aclaró.

—Pues debería. Cualquiera puede notar a kilómetros que es ella quien está perdidamente enamorada de tí. Le harías un favor si la invitaras a salir.

—Pero..., ¡tú eres la que no se da cuenta de nada! —exclamó, harto de la situación que vivía.

—¿Darme cuenta de qué?

—Elinna... Tú... —balbuseó apenas, las malditas palabras se quedaron atoradas en su garganta.

—¿Yo qué? Habla ya.

Ambos se quedaron viendo de diferentes formas: ella expectante y él indeciso. Bang Chan se sentía tan desesperado y hasta sudaba por su incapacidad para expresar lo que desde hace un buen tiempo quería decir. Mientras que, Elinna no entendía por qué él estaba actuando de esa forma tan poco usual.

Cuando Bang Chan al fin hizo el amago de querer inclinarse hacia Elinna, las puertas del ascensor se abrieron interrumpiendo lo que sea que pretendía hacer. De inmediato ingresaron un par de personas; Elinna aprovechó la distracción para escurrirse bajo esos brazos, dejando al pelinegro en su misma posición, frustrado y soltando varias maldiciones.

☆.☆.☆

A esas horas de la mañana, gran parte del personal se hallaba reunido en el salón principal de conferencias, esperando a que la dueña de la casa de modas apareciera para iniciar. Luego de una breve espera, ella llegó y todo se volvió aún más estresante.
Escuchar sobre el origen de cada piedra se convertía a cada segundo en una terrible tortura, el aburrimiento era muy evidente en los rostros de la gran mayoría.

Desde el punto de vista de Elinna, la presentación impartida por el departamento de diseño era algo completamente irrelevante para los demás, excepto para los de confección quienes apuntaban cada insignificante detalle en sus tabletas. Era tan absurdo saber de dónde habían extraído cada estúpida piedra, o como los gemólogos llamaban correctamente a cada una.

Todos sabían que el próximo mes se iba a lanzar toda una gama de vestidos de novia, un proyecto que venían trabajando desde hace varios meses atrás, en el cual había horas y horas de arduo trabajo.

🔺Luces Rojas /Hwang HyunJin • Bang Chan 🔺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora