✧。Capítulo 6。✧

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7:15 am.

Elinna iba cruzando la calle, disfrutando de los suaves rayos del sol que la hacían sentirse cálida, pero tuvo que cerrar su chaqueta cuando una ligera brisa de viento la envolvió. El verano ya se estaba yendo, dando paso así al otoño, lo cual era bastante notorio por esa ligera sensación de frío que empezaba a sentirse cada mañana.

Al llegar a su destino, ella acomodó sus cabellos y empujó la puerta de vidrio.

—Un macchiato con caramelo, por favor —solicitó al dependiente.

Esa mañana había amanecido con un extraño antojo de café, por eso decidió ir a aquella cafetería que ocasionalmente visitaba. El chico que recibía los pedidos se estaba haciendo cobro, mientras que ella miraba distraídamente a su alrededor. Ya con el ticket en una mano caminó hasta la zona de entrega, por estar distraída revisando un mensaje en su teléfono, chocó contra la espalda de la persona que estaba delante suyo.

—Oh, disculpe —se apresuró en decir sin levantar la mirada. Ella siguió escribiendo en su teléfono, sin darse cuenta que esa persona, el cual era un hombre, se había girado en su dirección.

—Miren a quién tenemos aquí... ¡Mi chica favorita! —enfatizó aquel tipo con presunción—. Elinna, si no te conociera, diría que me estás siguiendo

Ella no necesitó ni verlo a la cara para saber de quién se trataba. Rodó los ojos con fastidio; sin duda su suerte era única. De tantas cafeterías en la zona él tuvo que ingresar justo a esa.

—Por tanto café que bebes es evidente que ya dañó tu cerebro —dijo cruzándose de brazos. Frente a ella no estaba otro más que Bang Chan con esa irritante sonrisita de suficiencia y arqueando una ceja.

—Casi nunca bebes café, es muy extraño que lo hagas ahora.

—¿Por qué lo sería? Me mantuvieron despierta más de la cuenta, así que necesito un poco de cafeína.

El semblante del pelinegro cambió de inmediato a uno serio por lo que ella había dicho. Parpadeó repetidas veces intentando no imaginar quién y cómo pudieron mantenerla despierta, pero fue demasiado tarde para su mente viciosa.

—Eso si que es todavía más extraño..., ¿será que estás saliendo con alguien? —preguntó, ocultando su desesperación por una respuesta negativa detrás de su sonrisa burlona.

—Eso no es de tu incumbencia —dijo ella con simpleza.

El joven de las entregas tuvo que llamar dos veces a Bang Chan para entregarle su café y sin despegar sus ojos de la castaña lo tomó. Elinna, en cambio, agradeció al chico con una suave sonrisa y agarró su vaso también, sin más que decir avanzó a la puerta dispuesta a irse.

Necesitaba cruzar a la otra esquina para volver a la compañía, pero una mano grande apretó su muñeca haciéndola girar de golpe. Una vez más estaba frente a su fastidioso compañero.

—¿Qué quiéres ahora?

—Solo dime si estás saliendo con alguien.

—No tengo por qué decirte nada, así qué suéltame.

—Siempre andas diciendo que no tienes tiempo para relaciones, que tú trabajo se roba tu completa atención —se apresuró en decir, tratando de que su máscara de indiferencia no se le cayera—. Además, los rumores dicen que consideras a los hombres una absoluta pérdida de tiempo, que por eso preferirías tener un perro o un gato y que...

—¡Ya basta! Primero y para aclarar, yo nunca dije que los hombres fueran una pérdida de tiempo. Por último, ¡no salgo con nadie! El trabajo es lo que siempre me mantiene despierta —aclaró con concisión y fastidio- ¡Hoy tuve las malditas gana de beber un café! ¿Es eso un puto delito?

🔺Luces Rojas /Hwang HyunJin • Bang Chan 🔺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora