✧。Capítulo 11。✧

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La rabia y el rencor eran sentimientos que se arremolinaron como torbellinos en el sistema de Bang Chan. El tiempo parecía haberse detenido uno segundos, segundos donde solo podía escuchar su pesada respiración, con crueldad posó su mirada en Jennie y juraba que empezaba a ver todo rojo. Se había atrevido a tocar a la mujer que amaba y eso no se lo iba a perdonar jamás. Sus puños ardían y sus ganas de devolverle el golpe eran siniestras; pero logró contenerse ya que, lastimosamente, ella era una chica.

Todo lo contrario sucedía con Lisa quien desde su lugar sonreía satisfecha y orgullosa por el actuar de la pelinegra. Incluso a ella misma le hubiera encantado dar el primer golpe.

Elinna sonrió trás la cortina de sus cabellos y optó por no tocar su mejilla; no pretendía darle ese gusto a esas dos, en vez de eso, enderezó el rostro con orgullo y con un elegante movimiento de cabeza ordenó su larga cabellera a un costado.

—Espero que eso te sirva para que entiendas que con nosotras no debes meterte —advirtió Jennie con aires de superioridad.

—No puedes ser más patética, Jennie. Ambas son tan estúpidas que me dan lastima —dijo observando a cada una con disgusto—. Te respondería del mismo modo, pero nunca me rebajaría a ese nivel.

Jennie no iba a quedarse tranquila ante aquella nueva provocación, ella hizo el amago de levantar un brazo para lanzar otro golpe, pero Bang Chan fue mas rápido y sostuvo su muñeca en el aire con fuerza, dando una silenciosa advertencia. Jennie se le había quedado viendo con asombro y desilución al mismo tiempo.

Por su parte, Elinna se mantuvo imperturbable en su lugar, esperaba sin miedo aquel ataque, es más, ella misma pretendía detenerlo, pero no contó con que Bang Chan se pondría delante de ella protegiéndola una vez más.

—¡Es suficiente, Jennie! —advirtió con severidad Bang Chan—. Por tu bien, no la vuelvas a tocar o te la tendrás que ver conmigo.

—¡Ya deja de defenderla tanto! ¡No lo merece! No te das cuenta de lo que te hace, es tan arrogante y calculadora que solo piensa en ella misma. Nunca verá lo que hay frente a sus narices —los reclamos de Jennie estallaron y eran dichos con tal nostalgia que su mirada estaba cristalizada, no pretendía dejarse en evidencia, pero ya estaba harta de ser ignorada por ese hombre—. ¿Por qué pierdes el tiempo así? Atrévete a mirar a tu alrededor, no hay solo un camino.

Las indirectas que estaba lanzando Jennie pusieron en alerta a Bang Chan. Ahora que sabía de sus sentimientos por él, captó perfectamente lo que estaba diciendo entre líneas. Hubiera querido ser claro con ella en ese momento, pero si lo hacía él tampoco saldría bien librado, ya que Elinna estaba presente.

—Jennie, vuelve a tu oficina —volvió a pedir, pero esta vez de forma más conciliadora.

La mencionada apretó sus párpados con fuerza, tragando sus lágrimas y mostrando en silencio su frustración ante ese hombre que había soltado su muñeca. ¿Por qué? ¿Por qué no podía fijarse en ella? No lo entendía, hasta ese punto ya había hecho de todo para llamar su atención y nada funcionaba; sin embargo, siempre andaba detrás de Elinna pese a que ella lo rechazaba todo el tiempo. Desde lo más profundo de su corazón deseaba que él la defendiera tal cual lo hacía con esa, quería su protección, queria su atención, queria su amor, pero... no lo tenía.
Y así su odio por Elinna aumentó a un grado demencial.

—Creo que aquí el único patético eres tú, Bang Chan —interrumpió Lisa, caminando hasta ellos—. Siempre yendo detrás como un maldito perro faldero, deberías tener el valor de ajustar tus pantalones y confesarlo.

—¡Cállate, Lisa! —gruñó Bang Chan contra la rubia, prediciendo sus intenciones.

—¿Por qué me voy a callar? Aprovecha que ella está aquí y confiesa tus nauseabundo sentimientos —insinuó, mirando a Elinna de forma desdeñosa.

🔺Luces Rojas /Hwang HyunJin • Bang Chan 🔺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora