Mingi y Seonghwa no solo tenían encuentros en la habitación del príncipe, también habían iniciado a tener salidas al pueblo. Las que más le gustaban eran las salidas al campo, ambos disfrutaban de estar en la naturaleza en paz sin nadie que los moleste. Algunos encuentros eran más personales que otros, normalmente solían estar debajo de un árbol en silencio algunas veces admirando uno al otro y el menor de los casos solían besarse debajo del árbol a escondidas mientras reían porque sabían que lo que estaban haciendo estaba mal.
En ese momento Seonghwa disfrutando de comer frutas recostado en las piernas de Mingi mientras estaban tranquilos debajo de la sombra del mismo árbol de siempre, en ese momento se sentía tan feliz de tener a Mingi a su lado que no dudó en decirlo, no podía ocultar más sus sentimientos.
—¿Puedo decirte algo?—preguntó mordiendo la manzana.
—Claro.
—Tú me haces muy feliz, y por eso te amo—sonrió y Mingi reaccionó dejando un beso en su frente— nunca le había dicho eso a alguien.
—Me pone feliz saber eso.
—¿Por qué no me dices lo mismo a mí?—preguntó confundido y Mingi suspiró negando diciendo que aún no era el momento.
Seonghwa había notado que en los últimos días Mingi no se veía feliz, ni siquiera él lo hacía feliz y eso lo molestaba.
—¿Te enteraste de que en unos días será la coronación de San?
—Me lo dijo, está muy feliz.
—Yo no lo estoy, no me agrada la idea de que San sea rey.
—Deberías aceptar de una vez que tu padre tomó esa decisión y no podrás hacer nada para cambiarlo.
—¿Por qué estás del lado de San?—se levantó mirándolo molesto, no quería escuchar eso de nuevo.
—No estoy de su lado, solo digo la verdad.
—La verdad no me interesa, Mingi, yo solo quiero que estés de mi lado—pidió desesperado agarrandolo de la camisa, no iba a aceptarlo.
—Solo olvídalo—quitó su mano de su camisa y se levantó dejando a Seonghwa con las palabras en la boca.
—¡Vuelve acá!—gritó molesto levantándose.
Mingi lo había dejado en ese campo solo como si fueran desconocidos y Seonghwa sintió la rabia recorrerlo, no era justo. Sin embargo, luego de ese episodio se habían reconciliado, siempre hacían así.
Esa noche Seonghwa se había entregado a Mingi de nuevo para que este acepte sus disculpas, se había ofrecido aunque no le guste. Esa noche le había dicho te amo de nuevo y había dejado que lo manipule de nuevo como quisiera, como si fuera una muñeca de trapo, después de todo a los hombres como Mingi le gustaban los "cuerpos de princesa" o eso pensaba Seonghwa que cuando estuvo solo se miró al espejo y dudó de él mismo. Estaba desnudo en frente del espejo, se había tocado varias partes de su cuerpo confundido y luego con magia cambió su aspecto, ahora había una chica en el espejo. Asustado negó y volvió a su forma normal, no podía ser una chica para Mingi, él era un hombre.
Durante el desayuno no tuvo apetito y por más que San lo haya animado a comer algo no había comido nada, ese día debía entrenar con San y no podía entrenar sin nada en el estómago. A ese entrenamiento asistirían los tres guerreros y Seonghwa por un momento se sintió emocionado de ver a Mingi pero cuando este llegó ni siquiera lo miró, quiso suponer que era porque San y sus amigos estaban ahí. Durante todo el entrenamiento estuvo viendo a Mingi fijamente pensando en él, había estado tan distraído que mientras trotaban cayó de cara al suelo al tropezar con sus propios pies, el único en preocuparse fue San, Mingi ni siquiera volteó a verlo y siguió trotando.
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E.W.T.R.T.W
Fanfictioneverybody wants to rule the world | seonghwa y san toda su vida habían competido por la misma razón, ambos querían el trono, sin embargo, los dos no tenían las mismas intenciones. *toca temas sensibles, no busco romantizar ni normalizar. *alteració...