🍃Capítulo 10.1🍃

385 67 80
                                    

La última cita... La última vez.

El sonido del despertador se hizo lugar en la penumbra de su habitación. Demasiado temprano, lo reconoce, pero así ha sido su vida desde que inició a trabajar para la empresa de su esposo, la cual técnicamente también era suya porque ahora tiene acciones ahí -que actualmente casi no valen nada- pero suya a fin de cuentas.

Jungkook estiró su brazo para apagar el molesto ruido en su mesita de noche, aún cubierto hasta el cuello con su grueso cobertor y el cabello enmarañado, talló sus ojos con una de sus manos y tanteó a su lado con la otra, buscando algo que de antelación sabe que no está... Alguien, mejor dicho. Pero la vaga ilusión de encontrarlo siempre estaba, aún si luego se decepcionaba por ello.

Se acurrucó nuevamente en el calor de sus sábanas, haciéndose un ovillo mientras pronunciaba un puchero en sus labios y sus ojos empezaban a aguarse. Que se estuviera acostumbrando a despertar sin Taehyung a su lado no significa que no doliera aún.

¿Desde cuándo todo cambió? ¿En serio fue necesario ser dejado a un lado luego de lo ocurrido? Y más importante aún, ¿Por qué? ¿Por qué si Jungkook está ayudando a Taehyung a sacar la empresa adelante, este lo hace a un lado sin poner verdadera atención al evidente malestar que tiene?

Sollozó por lo bajo, sus hombros en un ligero temblor producto de los mismos espasmos que se provocaba en silencio y escondiendo su rostro en la almohada ajena sin importarle que estaba empapándola de sus lágrimas, extrañando el aroma de Taehyung que incluso había desaparecido de ahí por el poco uso que este le daba, y la sonrisa cuadrada siendo el primer regalo de su diario despertar.

Separó su rostro despacio, acostándose de vuelta sobre su espalda y aspiró profundo, llenando con aire sus pulmones, tratando de controlar su respiración y mitigar su pesar. Necesitaba salir de ahí antes de que su bajo estado de ánimo le impidiera incluso cumplir con su responsabilidad laboral.

Se incorporó de su cama lo mejor que pudo, sintiendo de repente una punzada en su pecho que le hizo sisear de dolor.

Había empezado a padecer de ansiedad ya diagnosticada por el psicólogo que se vio obligado a visitar ante su inevitable decaimiento. La ansiedad le provocaba ese tipo de malestares generalmente pero esta vez lo sintió diferente... Como un mal presentimiento, una corazonada o mal augurio.

Sacudió levemente su cabeza, eliminando esos pensamientos porque no necesitaba martirizarse más de lo que ya estaba y finalmente se levantó e inició su rutina diaria.

Se bañó y vistió con tranquilidad en su habitación y una vez que estuvo listo bajó a la cocina para intentar comer algo o por lo menos beber algún jugo si su estómago se lo permitía. Pero al entrar al lugar, frunció sus cejas al encontrar en el desayunador una taza de café sin lavar, lo cual le resultó extraño porque él no suele beber eso y mucho menos por las noches pero quién si solía beberlo era...

Soltó un suspiro, tomando el trasto para dejarlo limpio, sintiendo un nudo que pronto se extendía en su garganta, ante la idea de saber que Taehyung estuvo ahí anoche y ni siquiera durmió con él o fue a verlo... Nada.

Cuando terminó, rápidamente bajó su cabeza y apoyó ambas manos en el fregadero, cerrando sus ojos con fuerza ante la nueva punzada que sintió en su pecho. Esta vez estando seguro que se trataba de su corazón rompiéndose y manteniendo el control con el mantra que él mismo empezó a utilizar para no permitir que la situación lo superase.

Pensando en Ti || TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora