Pensando en Ti || TaeKook

🍂Final🍂

♪...Hay veces que
Mi alma baila tangos con la soledad...
Y necesito de tabla tu amor
Para asirme a ella en mi tempestad...

Pensando en ti...
Paso el día pensando en ti

«Dulces susurros»

Enséñame
A escuchar tus labios, a leer el Sol...
Llévame
A dónde los sueños fabrican tu voz...

Pensando en ti
Duermo el odio pensando en ti.

«La sensación de lágrimas ajenas cayendo en él, como lluvia de noviembre»

¿Dónde estás?
Tengo miedo, ayúdame a caminar...
Pues solo nunca yo podré encontrar
La forma de ser libre, quiero despertar...

Pensando en ti
Acuno mi alma pensando en ti
Me paso el día pensando en ti...♪

«El fantasma de una súplica ahogada».

«Despierta, vida mía... Vuelve a mí, por favor».

🍂🍂

Y entonces lo recordó...

En medio de la crisis ansiosa que estaba a punto de tomar control en su cuerpo, rememoró la particular y fácilmente reconocible voz de su esposo entonando aquella canción durante su inconsciencia.

No recuerda haberla escuchado antes, tampoco que Taehyung le hablara de ella. Pero también sabe que no fue una alucinación, mucho menos un sueño.

En los lapsos de su letargo aún recuerda a flor de piel gran cantidad del sueño que lo mantuvo ausente del mundo real, así como lagunas mentales sobre Taehyung hablándole, cantándole... suplicándole.

Jungkook disimuló cuanto pudo el intentar acompasar su respiración bajo la atenta vista de su madre, acariciando su vientre como reflejo.

Un papel no iba a definir su amor hacia Taehyung, nunca.

Observó los documentos del divorcio nuevamente, esbozando una pequeña sonrisa cargada de nada más que ironía, dolor y rabia. La venda de sus ojos terminando de caer finalmente.

— Es lo mejor para ti y lo sabes. —argumentó su progenitora. —Para tu seguridad y bienestar.

Jungkook pasó de sus palabras, en ningún momento alzó su mirada hacia ella.

— Nos iremos a otra ciudad, en donde podrás empezar una nueva vida, lejos de ese hombre y su egoísmo. —habló con tenue voz, como si fuera un sedante. Jiwoo se acercó a Jungkook, acariciando su cabello. —¿Qué te parece?

Con pesadez en sus facciones y cansancio físico y mental, Jungkook volvió a verla. En sus ojos se revelaba una fina capa cristalina pero sobre todo la decepción y el asco que sentía por esa mujer que ahora se arrepiente de haber llamado madre.

— ¿En dónde está mi papá? —es lo único que Jungkook pregunta sin cambiar sus facciones ni bajar la corta sonrisa en su rostro. —Desde que desperté no has dicho ni mencionado nada de él. ¿Se rindió muy fácil a la esperanza de que yo volviera?

Jiwoo se congeló en su sitio, retirando muy lentamente su mano del cabello al que le brindaba caricias y sus ojos consternados ante la repentina interrogante que le fue arrojada.