🍂Extra🍂

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— Intenta quedarte quieto, por favor. —resopló Ariana con poca paciencia.

Ella trató de aplicar el maquillaje en el rostro de Jungkook antes de iniciar la ceremonia, pero éste, carcomido por los nervios y la ansiedad, no estaba colaborando para nada con su mejor amiga.

— Lo siento, estoy nervioso. ¿Qué tal si se arrepintió a último momento?

Ariana arqueó una de sus cejas y detuvo su trabajo para observarlo, juzgándolo con la mirada.

— ¿Siquiera eres consciente de lo irracional que son tus nervios?

— Debió venir hace dos horas y no está.

Jungkook apartó gentilmente las manos de su amiga y se colocó de pie, caminando despacio e intranquilo, ganándose una mirada de asombro por parte de ella y una extraña por Hoseok, quien estaba ingresando a la habitación con el ramo de rosas que ocuparía para ese día, no entendiendo lo tenso del ambiente.

Había pasado un año desde que despertó de su coma; un año en el que había intentado recuperar el tiempo perdido junto a Taehyung y creando lazos de amistad con las personas que hoy le rodean. Sin embargo, la sensación del vacío en su estómago nunca fue aplacada.

Primero, tuvo que aprender a llevar un luto por un bebé que nunca tuvo; al hablar sobre su extraño sueño con la terapeuta, Hajin le sugirió tomar la situación como una pérdida, hacerse a la idea de que es un ser que no volverá a ver. Hasta cierto punto había funcionado, consiguiendo que el recuerdo de ese bebé no afectara más en sus pensamientos. Pero luego estaba el segundo inconveniente. No tenía idea de cómo contactar con su papá.

Taehyung movió cielo y tierra por encontrarlo y hacerle saber que su hijo se encuentra con vida, sano y fuerte. Empero, era como buscar una aguja en un pajar. Pues el hombre había vendido las acciones de su empresa y desaparecido del mapa. Era agobiante para él no lograr conseguir la paz interior absoluta para Jungkook.

Pero nunca se rindió.

Semanas atrás consiguió un rastro convincente de quien está próximo a convertirse nuevamente en su suegro. Reunió el valor que necesitaba y fue en su búsqueda, propenso a su rechazo o malos tratos. Pero por Jungkook es capaz de hacerle frente a una tormenta si es necesario.

Hace dos semanas que Jungkook no ve a Taehyung, éste le había dicho que tendría un viaje de negocios en Japón, no teniendo idea de que el amor de su vida se encontraba de camino con su progenitor. El problema con ello, es que Jungkook ahora teme porque su prometido nuevamente haya priorizado el trabajo por encima de su relación.

Lo habló muchas veces con Ariana y Hoseok cuando lo visitaban, pero ellos, siempre velando por su bienestar, razonaron con él, demostrándole que Taehyung ya no era aquel hombre cuadrado y lineal que dejaría todo de lado por irse a sentar a su oficina.

La prueba más convincente que tuvieron para ello fue recordarle la ocasión en que Jungkook estaba solo en casa y cayó al suelo, producto de un desequilibrio en sus piernas y al intentar sostenerse de alguna superficie, un objeto pesado se deslizó de la mesa en la que se apoyó y aterrizó en su rostro, provocando una herida superficial en su pómulo.

Cuando estuvo de pie y más tranquilo luego de su mala racha había llamado a Taehyung, para comentarle lo que había ocurrido. Él se encontraba en su oficina y siempre atento a cualquier contacto de su prometido. Jamás fue intención de Jungkook provocar un escándalo o armar una escena dramática, simplemente le dijo de su accidente como cualquier suceso que podría ocurrir. Sin embargo, cuando menos lo esperó, Taehyung ya estaba cruzando la entrada principal de su casa a pasos rápidos para abrazarlo y atender la herida, que realmente ya había sido curada, adornando en su pómulo.

Pensando en Ti || TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora