Pensando en Ti || TaeKook

🍃Capítulo 10.2🍃

Una semana después.

Jungkook se apresuraba en su hogar, se levantó de buen ánimo por dos motivos: Taehyung volvía de su viaje y además su aniversario sería al día siguiente.

Dedicó el día entero para organizar algo especial. Tal vez no era la primera vez que Taehyung viajaba por tanto tiempo pero si planeó una cena relajada para ambos en casa y así amanecer juntos al día siguiente y disfrutar de su aniversario de bodas de inicio a fin.

Su conversación con Hyunjin aún tenía una voz fuerte en su mente.

«Un intento más... Solo uno...»

Inhaló profundamente para calmar sus nervios y realizó la llamada que lo decidiría todo.

— ¿Jungkook?

— A-amor, hola. —no quería tartamudear, no tenía sentido pero el problema es que está pensando en darle una oportunidad más a su matrimonio y luego de varios días sin hablar con Taehyung ni siquiera recibió una respuesta más cariñosa o empática por haber faltado a su palabra... Otra vez. —¿Estuvo bien el vuelo? Puedo ir por ti si gustas.

— No hace falta, ya estoy en la oficina.

Jungkook frunció sus cejas. —¿A qué hora viniste a Seúl?

— Hace dos horas creo, no estaba atento al reloj la verdad.

— ¿Y lo primero que hiciste fue ir a la oficina...?

— Algunas cosas no salieron cómo esperaba y volví con prisa. ¿Ocurrió algo? No sueles llamarme...

— Yo eh... —jura, por todo lo sagrado del mundo, que estaba a punto de tirar todo a la borda en ese mismo instante. Pero recuerda que es la última oportunidad que le dará y va a exprimir hasta la última de las posibilidades para intentar salvar su matrimonio junto al hombre que ama. —Quería pedirte que vengas a casa hoy por la noche. Solo será un momento, sé que estás ocupado pero solo... Un momento... ¿Puedes?

Escuchó un silencio algo prolongado del otro lado de la línea, sintiéndose nervioso y de repente estúpido ante la idea de haberse quedado hablando solo, sin que Taehyung le haya prestado atención, pero...

— Ahí estaré.

Le fue inevitable no sonreír al obtener la respuesta que esperaba. —Te espero entonces.

Su ánimo volviendo a levantarse ante la idea de recibirlo con una gran sorpresa.

Eran las seis de la tarde aproximadamente cuando había finalizado de ambientar su hogar por su propia cuenta, para una excelente velada romántica solo para ellos dos; cortinas blancas decoraban el salón del té y donde solían comer, luces cálidas por toda la extensión del lugar, un jarrón con un ramo de rosas -que él mismo quiso comprar- en el centro del comedor y permitiendo que su perfume natural aromatizara el aire, junto a una botella de vino con sus dos copas a cada lado.

La cocina tenía preparada la pasta que con tanto esmero había dedicado la tarde en aprender a hacer, le costó un par de cortes en sus dedos, que la cebolla lo hiciera llorar varias veces y casi prenderle fuego al limpiador que utilizaba de vez en cuando, pero él sabía que todo valdría la pena porque pasaría un momento muy ameno con su esposo.

Porque sí iba a llegar, él se lo dijo en la llamada.

Es con eso en mente que decidió tomar un buen baño de burbujas para relajarse y limpiar su cuerpo, escogió su mejor conjunto de ropa e incluso utilizó un poco de maquillaje para la ocasión.

Sonrió frente al espejo, satisfecho con el resultado de su apariencia, sintiéndose hermoso para sí mismo y para impresionar un poco a Taehyung. Caminó hasta el salón de té para justo beber una infusión de jazmín y relajar los nervios y la ansiedad que estaban asfixiándole por dentro, esperando atento a escuchar el carro de su esposo aparcar afuera, pues la hora de salida en la oficina había sido ya hace rato y asume que él debe estar cerca.