Uno.

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Juliette

La última vez que vi a mi padre fue cuando cumplí diez años, mi madre dijo que por sus trabajos era mejor estudiará en un internado, en vacaciones solo veía a mi madre por corto tiempo, papá me llamaba por mis cumpleaños, ocasionalmente también mandaba mensajes, pero siempre fue frío conmigo.

Supongo que no estaba en el plan de ambos procrear hijos, ya que fui la única y siempre me la pase con tutores o escuelas privadas.

Acepte ese hecho cuando cumplí los quince pues ya no veía ni a mi madre en las vacaciones.

Luego cumplí los dieciocho y ella murió. Fue de nuevo que vi a mi padre.

Llegue de mi vuelo acompañada de mi tutor, el cementerio estaba lleno, yo no conozco a nadie de estas personas, incluso la que esta siendo sepultada se muy poco más allá de compartir un lazo sanguíneo.

Cuando me acerque las miradas se posaron sobre mi, saben de mi existencia pero pocos me conocían en personas.

De todas las miradas sentí una, unos ojos rasgados color avellana. Es alto, no lo recordaba tanto. Sus hombros son anchos y sus labios gruesos, veo el mismo tono de cabello en ambos.

La foto en mi bolsillo me pesa, en persona es diez veces más atractivo.

Camino entre la multitud para llegar hasta mi, se inclino y me rodeo con sus fuertes brazos.

—Mi niña, mi linda y pobre niña— su tono de voz es algo grave, su cuerpo es cálido y lo abrace de vuelta -tu madre nos ha dejado solos...


Depende de las vistas subo otro hoy.

Dad (K.S.J +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora