Abigail Brown es la única heredera legítima del Reino de Escocia.
Ragnar Lothbrok planea su último golpe.
Los hijos Ragnarsson lo acompañan.
Un conflicto de intereses se aproximaba. Una guerra.
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Algunos personajes o part...
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E
sa misma noche volví a palacio para no levantar sospechas antes de tiempo. Me escabullí por un escondite que Athelstan me había enseñado cuando era solo una cría.
Esa misma noche, al poco tiempo de llegar las puertas de mi habitación fueron azotadas por mi padre. Tuve que hacerme la sorprendida porque ni siquiera me había dado tiempo a conciliar el sueño cuando eso pasó.
Padre se acercó a la cama para cerciorarse de que era yo.
Puse mí mejor cara de confusión.
- ¿Qué ocurre? ¿Ha pasado algo padre? - Negó al ver que estaba en mi cama como cualquier noche normal.
- Lord James ha sido encontrado muerto junto con mis otros hombres cerca de la playa, han sido los paganos - Dijo mirándome con desconfianza.
- ¿Todos? - Pregunté con fingida preocupación.
Padre asintió y se sentó al borde de mi cama. Cogió mi mano con una mirada que no sabía descifrar, nunca la había visto conmigo.
- Se avecina una guerra larga y dura querida hija, debes estar preparada para ocupar mi lugar si me pasa algo - Asentí aún más confundida por la calidez de sus palabras, como si realmente me quisiera.
- Tu esposa seguirá siendo reina si tú mueres - Respondí.
- Si yo muero tienes que matarla, es una inútil - Asentí con extrañeza.
- Padre - Dije antes de que el desapareciera por la puerta.
Me miró expectante.
- Te perdono por todo lo que me has hecho - Al decir eso y mentir vi en sus ojos un atisbo de esperanza y cariño - puedes confiar en mi - Dije por último antes de volver a acostarme en la cama.
Cerré los ojos pensando en como iba a acabar con el lenta y dolorosamente por hacerme sufrir tanto desde tan pequeña.
Nunca le perdonaría y le costaría su propia vida.
Me lo había prometido a mi misma.
Por Freya.
×
Durante los siguientes días en palacio las cosas estaban tensas y revueltas.
Lagertha y Bjorn habían venido a palacio para hablar con mi padre y negociar. Estuve en mi habitación durante todo el día, no tenía permitido verlos y no pude salir hasta que las doncellas me avisaron.
- Princesa debe arreglarse para la cena de esta noche - Dijo una las doncellas preparando su vestido.
- ¿Hay invitados? - Pregunté.
- Los vikingos - Asentí fingiendo indiferencia.
No podía confiar en nadie.
Tras varias horas caminé con nervios y decision hasta el gran comedor sabiendo que era muy probable que viese a Ubbe de nuevo.
