Abigail Brown es la única heredera legítima del Reino de Escocia.
Ragnar Lothbrok planea su último golpe.
Los hijos Ragnarsson lo acompañan.
Un conflicto de intereses se aproximaba. Una guerra.
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Algunos personajes o part...
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— ¿Dónde estabas? — Pregunté acercándome a Ubbe.
— Pensando — Respondió sin mirarme.
— Creo que venir a Kattegat no ha sido una buena idea — Dije mirándolo a los ojos.
Ubbe frunció el ceño.
— ¿Por qué? — Preguntó molesto.
— Porque no están cómodos con mi presencia, no aceptan que venga de otro país adorando a otro dios diferente a los suyos y además estoy casada y a punto de tener un hijo contigo — Dije cabreada.
Me estaba empezando a cansar de ser humillada por el simple hecho de ser escocesa.
— No me importa lo que ellos piensen, lucharé por ti y el bebé — Respondió mirando al suelo.
— No Ubbe — Alzó la mirada — No voy a permitir que pelees contra tu gente, no quiero eso para ti, te mereces mucho más — Dije acercándome a él.
— ¿¡Qué quieres que haga entonces, eh!? — Gritó cabreado.
No me asusté, sabía que no sería capaz de hacerme daño.
— ¿¡Debo permitir que te insulten y atenten contra tu vida!? — Cabreado pegó una patada y tiró la mesa de nuestra casa.
— ¡Debemos irnos! — Grité esta vez yo.
— ¿Qué? — Preguntó confuso.
— Debo y quiero volver a Escocia, soy reina y tu ahora esposo mío también, podemos ser más útiles allí — Dije acercándome a él y cogió sus manos en las mías.
— Lagertha nos ha regalado su casa para que nos quedemos — Dijo como excusa.
Sabía que no quería irse, que era su hogar.
Ubbe miró derrotado al suelo y se sentó sobre nuestra cama.
— Se que este es tu sitio Ubbe pero yo no puedo quedarme aquí siendo reina, debo volver y asegurarme de que al menos Athelstan esta bien y si es necesario dejaré el trono y.. — Ubbe me interrumpió y me besó frenéticamente en los labios.
— Una última vez — Susurró y entonces entendí que no vendría conmigo.
Con los ojos llenos de lágrimas besé a Ubbe como si realmente fuera la última vez que fuera a sentir sus labios sobre los míos. Me senté sobre sus piernas y Ubbe bajo mi vestido hasta la cintura dejando descubierta mi barriga abultada.
— Te amo — Susurró acariciando mi vientre mientras besaba mi cuello.
