Abigail Brown es la única heredera legítima del Reino de Escocia.
Ragnar Lothbrok planea su último golpe.
Los hijos Ragnarsson lo acompañan.
Un conflicto de intereses se aproximaba. Una guerra.
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Algunos personajes o part...
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Habían pasado varias semanas y Ubbe había vuelto a Kattegat con la mayoría de los vikingos a excepción de Ragnar que deseo quedarse junto con un pequeño grupo de granjeros que se instalaron en unos tierras próximas a la playa.
Prometió volver y sabía que decía la verdad, volvería con su querida madre y su otro hermano o esa era su intención.
La situación en el palacio había mejorado o eso pensaba yo.
Athelstan pasa la mayor parte del tiempo con Ragnar aunque no desatendia sus obligaciones.
Y aquí estaba yo, montada sobre un caballo camino al pequeño asentamiento que habían construido mis queridos vikingos, me agradaba pasar tiempo con ellos y ayudarlos.
— ¡Reina Abigail! — Una granjera y escudera se acercó a mí al verme.
— Hola Galy — Me bajé del caballo y me llevó con los demás.
— Estás tierras son una maravilla para los cultivos y los animales — Dijo otro granjero.
— Son vuestras ahora — Asentí.
— Mi querida reina — Ragnar salió de una de las chozas y se acercó sonriente.
— Ragnar — Saludé, me ofreció asiento dentro de su casa y acepté.
Cerró la puerta y se cerció con preocupación que nadie mirase y se acercó a mí.
— Hay un problema — Comentó Ragnar.
— ¿Qué ocurre? — Pregunté.
— En el monasterio piensan que Athelstan es un traidor y planean de alguna manera asesinarlo y no quiere escucharme — Me quedé perpleja a sus palabras.
— Debo sacarlo de la ciudad — Dije mientras me levantaba.
— Convencelo para que venga aquí, le protegeremos Abigail — Asentí a sus palabras.
— Siempre puedo ordenarselo, ahora soy reina — Dije divertida.
Ragnar hizo una reverencia graciosa y nos dimos un abrazo para despedirnos.
— Crees que Ubbe tardará mucho en volver? — Pregunté antes de subirme al caballo.
— Volverá — Fue lo único que respondió.
El asentamiento vikingo desapareció de mi vista a medida que me adentraba en el bosque para volver a palacio aunque tube que hacer parar a mi caballo para bajarme rápido y volví a vomitar de nuevo, justo como está mañana.
Debía de estar enferma.
En cuanto entre en palacio me fui a mi habitación y corrí a coger un cuenco para volver a vomitar.
