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—¡Hola mamá! —su madre les sirvió la comida en la mesa justo cuando llegaron.

—Hola mi amor, hola Jimin, coman por favor.

Taehyung y Jimin se sentaron en la mesa y su madre también sin servirse de comer.

—¿Cómo les fue? —preguntó.

—Castigado de nuevo y Jimin también, todos fueron muy malos con él.

—¿En serio? Si yo fuera tu padre yo misma le habría devuelto todos los golpes que te ha dado, mi amor y Jimin —volteó a verlo—, no dejes que te lastimen, por favor, ellos solo golpean a Tae porque él no sabe defenderse.

—No se preocupe, yo cuidaré de él, aprendí un poco de karate cuando era niño.

—¿Karate? —la mujer parpadeó varias veces—. Sólo cuídense, esos idiotas siguen golpeando a los más débiles a su edad. Deberían estar pensando en buscar esposa. Taehyung ya tiene su chica.

—Es un acuerdo familiar, yo no le gusto y ella es la menos emocionada, pero es linda —agregó Taehyung.

Se levantaron de la mesa y su madre inmediatamente agarró los platos para lavarlos.

Se metieron al cuarto y Jimin estaba tan sorprendido por cómo era todo en esa época.

—¿Por qué tu mamá actúa como si fuera tu sirvienta?

—¿Mi sirvienta?

—Hace todo como si estuviera programada para hacerlo.

—Nunca lo había pensado, creo que tienes razón, qué extraño, ¿no? —Taehyung rio sin tomarle importancia y cambió de tema—. Al rato deberíamos ir a pescar o podría llevarte a conocer más del pueblo. ¿Eso te gustaría?

—Sí quiero conocer más sobre este lugar.

Jimin se acercó a la madre de Taehyung quien estaba cosiendo mientras escuchaba la televisión.

—Hola cariño, ¿has podido recordar algo de tus padres?

—No —se sentó a su lado mirando cómo cosía. La máquina era la misma reliquia que tenía su madre—, ¿qué cose?

—Cortinas, necesito hacer cosas por esta casa, como es nueva quiero darle un ambiente a lo Kim.

—¿Le gusta la decoración?

—Me gusta y me gusta mucho el arte, si pudiera me sentaría a pintar. Esta casa tiene hermosos paisajes, ¿no crees?

—Sí, me gusta la pintura también.

—Tú también eres un Kim —acarició el cabello de Jimin y le sonrió con cariño—. Quédate el tiempo que quieras, mi hijo está feliz de tener un amigo y eso a mí me pone feliz.

—Gracias señora Kim, usted es demasiado amable, si necesita que la ayude con algo en la casa puede decirme.

—No, eso lo hago yo, como soy mujer debo atender de mis hombres —suspiró.

No le gustaba esa dinámica machista, su bisabuela nunca tuvo tiempo para ella porque fue criada por padres estrictos que la hacían limpiar hasta el cansancio, después se casó y siguió la misma rutina porque eso fue lo que le enseñaron.

—¿Y eso qué? Soy un hombre y tengo brazos y piernas igual que usted. Quizás en fuerza puede que nosotros seamos más fuertes, pero sus capacidades intelectuales son las mismas que las de nosotros. Incluso me atrevo a decir que las mujeres son más inteligentes.

Lo miró por unos momentos sorprendida y le sonrió.

—La persona que se case contigo será muy afortunada. Gracias por tus palabras, Jimin, pero he sido criada así toda mi vida.

El primer amor; [vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora