Capitulo 2

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*Keila*

-Eres Keila cierto? ¿Pero qué te pasó en la mejilla? - pregunta Joseph con cara de espanto al ver mi mejilla morada.

-Si, un placer. -llevo mi mano hacia mi mejilla- Un pequeño problema, pero ya está resuelto, solo falta que me maquille para no asustar a nadie. -digo sonriendo.

-El placer es mío, bella. De cualquier manera, no podrías asustar a alguien con ese físico. -Michael le da un codazo por lo que él ríe- Ven subamos y aprovechamos de una vez para ayudarte con todo esto. 

Entre los dos me quitan la maleta y varias bolsas de comida de las manos.

-Muchas gracias, podrían subir primero? Es que...-digo mirando mi traje y bajándolo un poco.

Ellos se miran y asienten. Comienzan a subir y voy detrás de ellos. Llegamos y el apartamento es precioso, ya lo había visto por la página web de Airbnb, pero en persona es mucho más impresionante.

Colocan mis maletas en la sala y las bolsas de comida en la cocina, les agradezco y ellos salen del apartamento. Estando en la puerta Michael se me queda mirando y se toma su tiempo antes de comenzar a hablar.

-En la noche habrá música en el negocio y tragos gratis para ti. Espero verte.

-No sé, creo que descansare hoy, pero gracias por la invitación. Mañana quiero ir a la playa y en la noche podría ir a tu negocio.

-Te vas a encerrar desde ahora como las señoras? - volteo mi mirada hacia Joseph y rio por su comentario- Todavía es temprano, descansa y nos vemos en la noche. -me guiña un ojo y Michael le da un golpe en el brazo mientras lo incita a que baje las escaleras.

-No le hagas caso. Descansa Keila. - dice Michael y se voltea para irse, pero se detiene y vuelve a mirarme- Aunque de verdad me encantaría volver a verte esta noche. - Comenta antes de bajar las escaleras. 

Cierro la puerta e inmediatamente pienso en Milly. "Las vistas que te estas perdiendo pendeja por andar detrás del chimpancé ese que tienes por novio y además de feo es un abusador"
Miro el reloj de mi teléfono y solo son las tres de la tarde lo que significa que Joseph tiene razón. Puedo comer algo, darme un rico y largo baño y descansar un poco para luego ir al negocio de Michael. Definitivamente eso haré no quiero desperdiciar ni un solo día de esta semana.

Comencé dándome un baño y me tome mi tiempo, el tiempo que teniendo hijos no tengo, en mi casa tenía solo cinco minutos para bañarme y a los dos minutos ya escuchaba los gritos y las peleas de mis hijos. Aquí acabo de tomar un baño de 40 minutos sin apurarme y con toda la paz del mundo. -Dios que rico se siente- digo mientras salgo del baño con la toalla envuelta en mi cuerpo. Veo la ropa que me iba a poner encima de la cama y opto por ignorarla y buscar ropa interior de encaje azul oscuro y colocármela. Estoy sola así que puedo ponerme lo que quiera sin sentirme incomoda.

Voy hacia la cocina y veo todo lo que compré antes de venir. Ensalada y pollo. Maldita dieta. -No quiero esto. - digo guardándolo y pensando que comprarme de comida.
Tomo mi teléfono para pedir comida por Uber Eats y tocan la puerta. Me sobresalto y busco la toalla, me envuelvo en ella y pregunto quién es.

-Michael, vine a traerte algo.

Abro la puerta lentamente y veo como abre mucho sus ojos al verme.

-No quería incomodarte...  Te traje comida porque mi empleada me dijo que no pudiste comer. -dice tenso tratando de dejar su mirada solo en mis ojos.

-No me incomodas al revés créeme, tengo mucha hambre. -digo tratando de tomar la comida, pero no sería buena idea soltar la toalla.
-Disculpa que te reciba así, salí de tomar un baño ahora, ¿puedes pasar y esperar a que me ponga algo de ropa? -sé que tengo las mejillas rojas de la vergüenza.

Una semana o toda la vida? (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora