Capitulo 5

101 4 10
                                    


*Keila*

Al decirle a Michael lo que quiero hacer, me baja al suelo y antes de separarse de mi, me dice fuerte y severo muy cerca de mi boca.

-No le hagas sentir demasiado.

No entiendo a qué se refiere no sé si es por el alcohol o de verdad él piensa que yo puedo hacer sentir mucho, cuando claramente estoy muy fuera de juego hace bastante tiempo.

Él se coloca a mi lado y sin separarme de él, observo a Joseph con una erección bastante notoria sentado aún en el borde de la cama.

-Quítate toda la ropa. - le ordeno mientras me volteo hacia Michael, le quito el pantalón y el boxer dejándolo desnudo ante mí.

Le ofrezco mi mano a Joseph haciendo que se ponga de pie a mi lado, le pongo la mano en el cuello y suavemente la voy bajando por su pecho ancho y trabajado, pasando por sus abdominales y llegando a su erección. Cuando tomo su pene en mi mano lo aprieto un poco haciendo que gima grueso. Hago lo mismo con Michael que está a mi otro lado y me arrodillo.

-Follenme la boca. -digo mirándolos lo más sensual que puedo sin mostrar los pocos nervios que tengo sobre esto que si no fuera por el alcohol serían muchos más.

Miro a Michael desde abajo con su pene muy cerca de mi boca, quiero que comience él y sonríe de lado al notarlo. Me toma por el pelo me pasa su punta llena de líquido preseminal por los labios, lo saboreo y abro la boca para que profundice. Lo hace y comienza estocadas lentas, lo succiono un poco y toco sus testículos con una de mis manos, mientras que con la otra masturbo a Joseph.

-Esa boquita se siente tan rica, nena.

Comienza con estocadas más rápidas y profundas, cuando pienso que me van a comenzar las arqueadas, el gime grueso y lo saca rápido de mi boca. Me da un golpe suave con su pene en mi mejilla y yo lo miro desde abajo excitada.

Siento una mano en mi cara que me voltea para mirarlo, Joseph me observa con los ojos llenos de deseo. Tomo su pene y lo escupo, le paso la lengua desde el tronco hasta la punta y lo succiono un poco. Me detengo y el gime frustrado.

-No pares Keila.

Continúo succionándolo y llevándolo lo más adentro que puedo, coloco mis manos en sus nalgas y lo atraigo hacia a mi haciendo que me penetre la boca, el gime alto, me agarra del pelo y comienza con estocadas muy lentas pero muy profundas haciéndome tener arqueadas y sentir cómo las lágrimas bajan por mis mejillas.

-Puedo terminar en tu boca princesa? - pregunta jadeando.

Yo asiento y el comienza con estocadas rápidas, en segundos escucho su gemido y siento un líquido caliente en mi boca que trago lo más rápido que puedo porque siendo sincera no me agrada para nada su textura ni sabor.
Saca su pene de mi boca y yo lo saboreo dejándolo sin una gota de semen en él.

Eso hace que me mire aún excitado, agarre mi mano y me ayude a ponerme de pie y luego poner su mano detrás de mi cuello para atraerme a él y juntar sus labios con los míos. Correspondo el beso y cuando voy a entrelazar mis manos en su cuello, recuerdo -No le hagas sentir demasiado- Trato de contenerme, pero aun así no lo consigo, la forma en que me besa con tanto deseo y a la vez con delicadeza hace que olvide lo que Michael me dijo. Entrelazo mis manos en su cuello y lo atraigo a mi intensificando aún más el beso, mientras él baja sus manos a mis senos y los aprieta haciéndome gemir en su boca.

Siento cómo su erección vuelve a crecer, él lo toma con su mano y se baja un poco para rosarlo con mi entrepierna. En ese momento me toman unas manos por la cintura y me atraen hacia él dejando el contacto físico con Joseph a un lado y su lejanía me hace sentir extraña, cuando veo a Michael todo cambia en mí y mi deseo se vuelve arrollador. Se acuesta en la cama con el preservativo puesto y me siento en horcajadas encima de él. Sin pensarlo tomo su pene y lo coloco en mi entrada, bajando rápido haciéndome gemir del dolor y la excitación al sentir cómo su pene abre mi vagina estrecha. El gime conmigo y me agarra de la cintura evitando que me mueva, se acerca a mis senos los muerde y los chupa-ahhh-gimo alto y comienzo a moverme de al frente hacia atrás rozando así también mi clítoris.
Lo tomo por el pelo con rudeza y comienzo a besarlo con necesidad, una que no sé si dejaré de sentir en algún momento pero que ahora se siente drenante, asfixiante y dolorosamente excitante.
-Me encantas nena.

Una semana o toda la vida? (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora