Capitulo 18

40 6 6
                                    

*Keila*

-Está bien, supongamos que ignoro mi miedo a fracasar nuevamente. Además de que te diga lo que siento por ti porque al parecer demostrarlo no es suficiente. ¿Qué quieres exactamente Michael?

-Que te cases conmigo Keila. Que convivamos, que formemos una familia junto a tus hijos.

Niego con la cabeza y me levanto de la cama buscando alejarme un poco de él.

-Casarme? Solo llevo meses divorciada Michael.

-Podemos comprometernos y convivir hasta que estes lista para casarte, osita. No te estoy pidiendo que lo hagamos mañana mismo, solo entiendeme. Quiero vivir a tu lado, compartir mi vida contigo. -se levanta y camina hacia a mí. -Ahora dime. ¿Es lo que quieres tú también?

- Es que... no es el momento. Podemos vernos a diario, puedes compartir conmigo y mis hijos, pero en la noche debes volver a tu casa. Hasta que esté preparada para convivir nuevamente.

Veo como se le humedecen los ojos y sale de la habitación. Al verlo marchar mis manos comienzan a temblar y el miedo de perderlo se intensifica. Lo amo y ya eso no es algo que pueda ocultar o ignorar. Pero el paso que quiere dar es demasiado grande y no me siento preparada aún. Pero tampoco estoy preparada para que se aleje de mí.

Salgo rápido de la habitación con mis manos entrelazadas hacia delante tratando de que no se note el miedo que tengo de perderlo.

Me detengo antes de llegar a la sala al verlo sentado en el sillón con sus codos en sus rodillas y sus manos sosteniendo su cara.

-Cariño...-susurro

Levanta la mirada y me mira a los ojos con tristeza y frustración. Trato de acercarme a él, pero me hace una seña para que no lo haga así que me detengo. El hecho de que me quiera lejos en este momento fue algo que me hirió. Quizás así se siente él al yo demostrarle lo mismo...

-Sabes Keila. Acepto todas tus condiciones, pero cómo es posible que sí tengas el valor de decirme lo que no quieres en tu vida y de lo que aún no estás preparada pero no lo tengas para...- se limpia las lágrimas y su tristeza se convierte en enojo.

-Para decirte lo que sí quiero y siento. -termino por él.

Me mira con el ceño fruncido y toca sus rizos ansiosos por decir más. Sé que quiere decirme más, pero posiblemente no lo hace porque sabe que sus palabras serán hirientes y es algo que debo aprender de él. Debo pensar más en sus sentimientos y tratar de no herirlo con mis dudas y mi cobardía para hacer lo que realmente quiero y deseo sin pensar en que es lo correcto para los ojos de los demás.

-Es mejor que me vaya... -se levanta y rápido llego hasta él me pongo en puntas para estar a su altura y le tomo la cara con mis manos.

-Te amo Michael. Y quiero todo exactamente como tú lo quieres, pero necesito tiempo. -siento sus manos posándose en mi cintura y aprieta fuerte.

-De verdad, te amo. -junto mis labios con los suyos mientras él me toma por el trasero, me alza y lo rodeo con mis piernas en su cintura. Me sostiene fuerte mientras nos adentramos nuevamente a nuestra habitación.

*3 meses después*

Estoy dejando a mis hijos en el colegio para irme a la empresa, llevo unos meses trabajando y hoy tenemos una reunión importante, la primera a la que asistiré, así que mis nervios se hacen presente.

Llego a la empresa, saludo a mi secretaria y comienzo a preparar todo para la reunión. Tomo un chocolate de mi escritorio para bajar los nervios y noto que ya está siendo costumbre, he subido unas libras de peso por culpa de comer chocolate cada vez que me estreso.

Una semana o toda la vida? (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora