Capitulo 6

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*Keila*

Me levanto con un dolor de cabeza terrible y notando que no solo Michael está a mi lado, también esta Joseph. Me tomo mi tiempo para admirarlos, porque tengo que admitir que jamás había estado con hombres con un físico tan perfecto como ellos y no solo eso, también son buenos en la cama y eso los hace aún más atractivos. Recorro con mi dedo la nariz y la boca del moreno y luego tomo uno de los risos que caen en la frente de Michael, mientras observo sus tatuajes del cuello uno a uno. -Los dos me encantan-pienso. Pero Michael, él tiene ese algo que me estremece en todos los sentidos, activa mi miedo de poder llegar a sentir cosas que no debería y eso me hace retroceder quitando mi mano de su cuerpo.

Al seguir mirándolos me doy cuenta de que no estoy preparada para hablar de lo que pasó ayer. Me levanto cuidadosamente tratando de que ellos no despierten. Voy a asearme, al salir me coloco crema en el cuerpo y en el pelo ya que lo dejaré rizado por hoy. Voy por un traje corto ceñido color azul cielo, unas sandalias blancas y finalizo con un poco de maquillaje. El café lo puse hacer mientras me preparaba, al terminar me sirvo mi taza de café y salgo lo más rápido que puedo del apartamento dejándolos aun dormidos.

No me juzguen, no estoy huyendo. ¿O sí? Un poco al parecer, pero fue mucho para mí, ayer luego de aceptar estar con los dos me sinceré antes de quedar completamente dormida. Al recordar mis palabras, me recorre un calor por mis mejillas de vergüenza. -Dios que me pasó? - pienso mientras camino por las calles de San Juan buscando el lugar más lejano para desayunar.

Veo mesas y sillas afuera de un restaurante y me siento en una de ellas. El mesero se acerca con un "Buenos días" y coloca el menú en la mesa. Pido unos Waffles con Nutella y frutas y el mesero se va junto con el menú. Hablo con mis hijos un rato y cuando llega mi desayuno, cuelgo la llamada.

-Pero que ricura, Dios. - digo en un susurro mientras me saboreo mi primer bocado de comida.

De un momento a otro tengo a dos personas sentadas en mi mesa. Los miro sorprendida, pero al instante cambio mi expresión y sigo comiendo.

-Buenos días a los dos. - digo tratando de que no noten mi vergüenza y dando una sonrisa fingida.

-Es la primera vez que una mujer se escapa de nosotros luego de...-se detiene y se acerca a mi- Lo que ocurrió anoche. -susurra dándome un beso rápido en la mejilla y guiñándome un ojo.

Sonrío y sé que la vergüenza me subió a las mejillas, el calor me confirma que debo estar completamente roja. Cambio la mirada a Michael que no ha dicho nada y solo me mira serio.

Coloco mi mano en la suya y la aprieto un poco, cuando la voy a mover el la agarra.

-Me hubiera gustado levantarme igual que ayer, contigo a mi lado.

-Me disculpan, pero ayer estaba ebria, hice y dije cosas. -me detengo varios segundos- Necesitaba un tiempo a solas para analizar todo esto porque estoy casada, nunca había sido infiel y aunque por ahora no me arrepiento, no sé si fue un error.

Los dos están serios hasta que termino de hablar, Michael toma mis dos manos y me hace mirarlo a los ojos.

-Error o no, vuélveme a cometer las veces que sean necesarias Keila, porque en algún momento pasará de ser un error a una necesaria decisión. Es justo lo que necesitamos solo falta que lo entiendas y lo aceptes.

Veo a Joseph mirando a Michael confundido con lo que acaba de decir, se levanta de la silla. -Tengo que irme princesa. Espero verte luego. -dice dejando un beso en mi frente y se marcha.

Me despido de Joseph y observo a Michael.
-Porque te miró de esa forma?

Antes de que pueda contestarme su teléfono suena. El observa la notificación y me la muestra.

Una semana o toda la vida? (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora