Capitulo 16

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Voy separándome de él, me subo las bragas y el pantalón. Miro a todos lados menos a él buscando cómo cambiar la conversación y que no espere una respuesta de mi parte. Mi corazón se desbordó de amor al escucharlo y quisiera gritarle que yo también siento lo mismo, pero nunca se me ha hecho fácil hablar de lo que siento y ahora menos, para mi demostrarlo es mucho más fácil.

-Huiras de mí también? - pregunta abrochando su pantalón.

Lo miro seria por su comentario.

-Pensé que sentías lo mismo. -dice en un tono bajo.

-Te lo he demostrado o no?

-Si. - toma mi cara con sus dos manos- Pero quisiera escucharte decírmelo.

-¿Soy tuya Michael, eso lo incluye todo no?

-Te quiero Keila. Ves, no es tan difícil. -dice sonriendo

Salimos del almacén y rápidamente veo a mis hermanos sentados en una mesa, pero no solo están los dos que vi en mi trabajo ahora también esta Alan.

Me detengo, no me han visto tengo tiempo para irme antes que lo hagan.

-Esta vez no huiras, estaré a tu lado si necesitas apoyo, pero no creo que lo necesites. Porque todo lo puedes hacer sola sin ayuda de nadie cierto, osita? - dice detrás de mí con claro sarcasmo.

Lo miro y volteo los ojos hacia arriba. -Si puedo. -digo alzando los hombros restándole importancia y escucho como ríe.

-Te odio. -digo riendo y le golpeo un hombro.

-Eso sí se te hace fácil decirlo.

-Porque no es verdad.

La risa de Michael los alerta y todos se ponen de pie mirándonos.

-Siéntate y déjanos hablar contigo Keila, Ahora! -dice Albert con claro enojo moviendo la silla con rudeza.

-Bájale a tu actitud cabrón. -Le dice Michael severo eso me hace mirarlo y sonreír agradecida.

Me acerco a ellos y me siento en la silla. Los miro a cada uno, frente a mi está Joel y Albert y en cada lado tengo a Michael y a Alan.

Joel me da una sonrisa tímida mientras Alan me abraza y al soltarme me da un beso en la mejilla. Albert está mirándome con enojo quizás eso tenga que ver con que me escabullí del restaurante y tuvieron que venir hasta acá o porque me vio saliendo del almacén con Michael cuando claramente no había motivos para estar ahí. (Aunque si hubo un excelente motivo diría yo) Eso me divierte, pero por respeto no me reiré en su cara.

-Me disculpo por la primera impresión que di sobre mí. No debí irme de esa forma, pero tampoco me dieron otra opción cuando aparecieron en mi trabajo sin avisar.  Ahora díganme que quieren hablar conmigo.

Veo como Joel sonríe por mi comentario -Esa forma de ser ya la conocemos bien, la que nos faltaba conocer era a ti.

Lo miro confundida mientras escucho a Alan decirle.
-Te lo dije, tiene la misma actitud que nuestro padre. Yo lo supe desde la primera vez que la vi.

-No vuelvan a compararme con él y terminen ya con esto. -digo molesta

-No nos has permitido conocerte antes, no te vimos en el funeral de nuestro padre y tampoco en la oficina del abogado cuando dictaban nuestra herencia.

-Porque era su padre y su herencia Albert no la mía. Yo no fui nadie en su vida.

-Eres su hija, eres nuestra hermana. -dice Joel y siento como Alan toma mi mano y la aprieta en forma de apoyo.

Una semana o toda la vida? (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora