Capitulo Cincuenta y Ocho.

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Atacar de frente.

Estados Unidos.
California, Los Angeles.
Mayo del 2031.  
10:24 p.m.

Miraba atentamente como sus fuertes hombres entrenaban luchando entre si, golpeándose severamente hasta el punto de sangrar y tener graves heridas entre compañeros. La compasión, piedad y vínculos no eran parte de ellos, si te negabas a golpear a un compañero, era un vínculo de amigos o pareja, lo cual estaba prohibido. Sin embargo era un total orgullo para el, ver lo preparados que estaban para empezar una verdadera masacre.

Oswald Anderson. 

Un mafioso muy temible por todo el continente americano, muy conocido en su pais. Bastante cruel a la hora de matar a alguien y el mafioso mas hijo de puta que puede existir, lo llamaban el Diablo con cara de Angel ya que en su juventud era un hombre bastante hermoso pero a la vez muy hijo de puta.

Tomaba muy en serio su trabajo, era muy responsable y lo había hecho desde que empezó a seguir los pasos de su padre, los que se metían con él terminaban perdiendo porque era bastante astuto e inteligente, tenía la fuerza capaz y hacía de todo por el mismo, movía cielo y tierra solamente por el mismo a pesar de su familia siempre pensaba en él y en su trabajo que era lo que más amaba en el mundo, era lo que su adorado padre le había enseñado.

Lleva mucho tiempo de la muerte de su padre y este le había enseñado muchas cosas antes de morir, uno siempre tiene una persona del cual llega a tocarte en el fondo del corazón en el que te marca un momento de tu vida y para Oswald esa persona era su propio padre, admiraba tanto a su padre que cuando fue creciendo decidió seguir sus pasos y se convirtió en el ser más hijo de puta en el mundo de los mafiosos. Incluso más que su padre.

(...)
Busan, Corea del Sur.
Mayo de 2031.
03:53 a.m.

Park se preguntaba. ¿Cuantas veces había tenido que consolarlo? Sinceramente había perdido la cuenta, su corazon dolía cada vez que veía a su esposo llorar en su brazos por la perdida de sus hijos, eran esas noches en la madrugada en las que Jungkook se despertaba llorando y sudando al soñar con Taeyang, Jimin quién dormía a su lado también despertaba junto a el ya que se asustaba.

—Tranquilo cariño... Tranquilo. —Decia Park abrazando a Jeon y este se aferraba a su esposo con mucha fuerza.

—V-Voy a matarlo... —Mascullaba entre dientes.

—¿De que hablas mi amor? Mejor tranquilízate...

—Ah ese tal Oswald... Culpa de el murió Reimon, si no hubiera sido flachado bajo las ordenes de ese hijo de... —Decia entre dientes con su respiracion muy agitada. 

Park solo acariciaba su espalda y cabello tratando de no llorar cada que Jeon mencionaba a Reimon.

—Y mi Taeyang... E-El... 

No podía ni siquiera nombrarlo, su corazon volvía a ese vacío cada que recordaba a cualquiera de sus dos hijos muertos. Trataba de ser fuerte pero siempre entre las paredes de su cuarto y los brazos de su esposo se volvia debil y solo queria llorar. Quería que todo fuera una pesadilla y al despertar se encontrara con toda su familia en la mesa.

Park entendía perfectamente a Jeon, ambos habían perdido un hijo y de la misma manera, solo que Park sabía  toda la verdad y Jungkook no, supuestamente Reimon murio por infección causando le la muerte inmediata y supuestamente Taeyang por un paro cardíaco, obviamente Park se había encargado de que los doctores no digan ni una sola palabra ante Jeon ni ningún otro miembro de la familia, no quería hacer sufrir más a Jeon ni a nadie más.

La Mafia Real [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora