Living Mirror

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En aquella casa no se paraban de escuchar gritos, cosas que alguien quebró, más gritos. Una casa muy humilde y algo alejada de un pueblo, una mujer de tez morena cayó al suelo mientras se sobaba la mejilla, un hombre alto y no tan esbelto estaba frente a ella, parecía muy molestó y con su mano libre, agarro a la mujer del cabello mientras le gritaba cualquier cosa que no fuese algo bonito. En un cuarto, un pequeño de 12 años escuchaba todo, quería salir y proteger a su madre pero sabía que no podría, era pequeño, además de que su madre le había dicho que no saliera de ahí hasta que su padre se fuera.

Aquel hombre se fue al fin, el chico salió para ir a ayudar a su madre, quien tenía muchos moretones y sangraba de la boca, pasaron un buen rato en arreglar la casa, el pequeño de cabello castaño veía de reojo a su padre de manera disimulada. Lo odiaba y mucho, su madre no, lo amaba sin importar cuántos golpes este le diera, aunque el la engañara, ese amor por el no desvanecía más sin embargo, ella se interponía si se trataba de su pequeño.

- ¿porque?

- solo... Quedate ahí hasta que tu padre se tranquilice ¿Puedes?

- pero, madre, el-

- Aly, solo necesito que te quedes ahí, no va a pasar nada malo ¿Si?

- madre...

- no pongas esa carita, - tomo las mejillas del castaño - vamos querido, sonríe. Recuerda que nadie está bien vestido sin una sonrisa - la mujer sonreía dándole seguridad a su hijo -

- he... Esta bien, madre - le devolvió la sonrisa -

La dama cerro la puerta con mucho cuidado, dejándolo con llave y después de esconderla fue a la cocina, intento no llamar tanto la atención en cuanto llegó su marido, llegó con un horripilante olor a licor, exigió por comida y al recibir una respuesta negativa se dispuso en golpearla y aunque ella trató de defenderse con un cuchillo que tenía en sus manos, solo provocó la ira de aquel hombre. Gritos aún más desgarradores que antes, el joven de lentes quería salir de donde su madre lo escondió para ir y defenderla de aquel monstruo; los gritos cesaron, el chirrido de la madera era más cercana, pasos torpes a corta distancia, su voz tan difícil de entender y golpes a ciertas cosas que al parecer al mayor le eran un estorbo.

No sabía cómo, pero el hombre de cabellos oscuros había roto la puerta que los separaba, ahora estaba escondido debajo de su cama, tratando de no respirar tanto. Tenia que saber que le había hecho ese hombre a su madre y ver si podía pedir ayuda para poder quitarse de encima a ese hombre tan cruel.

Actuó rápido, era cuestión de tiempo para poder salir, logro llevarse algo del dinero que su madre había ahorrado además de llevarse ese recuerdo amargo de ella tendida en el suelo adornada de su propia sangre, tenía poco para sobrevivir y no sabía hasta cuánto podría soportar; fue encontrado por dos cazadores y cuidaron de el hasta cumplir sus 18, tenía algo de experiencia en la caza, aparte de que le llamaba la atención las presentaciones de radio y decidió tomarse medio tiempo para hacer pequeñas transmisiones. Valla sorpresa se llevó cuando vio al encargado de la limpieza, era el, aquel sujeto que le arruino la vida y el que le arrebató a su madre, tomó justicia por si mismo y hasta un poco más; su boca deseosa de más carne, los gritos y el miedo, aquellas sensaciones que le hacían tener un cosquilleo y querer más, era simplemente enfermo.

¿Que se sentiría ser atravesado por un cuchillo o una bala? ¿Que emociones se encontrarían? Era una combinación de frio y calor, aquella sombra, ¿Porque se le hacía familiar?

¿ꍏ꒒ꍏꌚ꓄ꂦꋪ?

¿ꍏ꒒ꍏꌚ꓄ꂦꋪ?

¿ꍏ꒒ꍏꌚ꓄ꂦꋪ?

¿ꍏ꒒ꍏꌚ꓄ꂦꋪ?

El peor padre del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora