Nadie duele para siempre

Capítulo 9

RODRIGO

Pensaba que invitar a Nina a la fiesta de Borja, sería lo mejor para mantenerla alejada de Francis y también para tener la oportunidad de estar con ella, pero desde que hemos llegado ha pasado de mí y ha desaparecido. No pensaba ponerme a estar pendiente de ella todo el rato, además tampoco podría, aunque quisiera, es el cumpleaños de mi mejor amigo, no puedo estar en su fiesta todo el rato enrollándome con su hermana pequeña a sus espaldas, así que he decidido disfrutar a mi manera. Me siento junto alguno de mis amigos y una chica que está muy buena, comienza a mover su perfecto culo en mi cara, la chica me busca y me provoca así que al final me dejo llevar, no tengo novia y Nina no deja de estar siempre con chicos ¿porque no voy hacer yo lo mismo? Cuando tengo a la chica encima mío moviendo sus caderas y su culo poniéndome muy cachondo, empieza a besarme el cuello con desespero, estoy a punto de decirle de ir a uno de los camarotes, hasta que la veo, bailando feliz con Gala, la erección que tengo en mi entrepierna y las ganas de follarme a esta mujer que tengo encima, desaparecen de repente, me quito a la chica que ni siquiera se su nombre de encima y voy en busca de la chica que de verdad me importa. Me acerco a ella quiero saber que le pasa y porque últimamente está faltando a clase, juntándose con delincuentes de barrio. La agarro de la mano y me la llevo hablar y por fin se sincera. Me dice que no ha superado lo de Beltrán y acaba de confirmarme lo que me temía, sabía que ese era el motivo de su cambio de actitud y sabía que no podía desahogarse ni contarle a nadie lo que le había pasado aquella maldita noche. Es la chica más fuerte y valiente que conozco, quiero romper el hielo y le hago una pequeña broma y le vuelvo a ver sonreír, me encantaba verla sonreír por las tonterías que le hacía o decía, no estaba acostumbrado ya que desde pequeños siempre había sido bastante malo con ella y fueron pocas las veces que la vi sonreír. Cuando me dispongo a besarla sin importarme por un momento quién o quiénes estuvieran presentes sus ojos se desvían hacia mi amigo Cristian. Puedo ver como sus ojos verdes lo observan con una especie de deseo, me da celos ver como mira de aquella manera a mi amigo y lo peor es que se ha dado cuenta de mis celos, me enfado y me levanto a por una copa necesito beber algo, necesito despejarme me pongo de pie a un lado de la multitud a tomarme mi gin-tonic y veo pasar a Cristian por mi lado.

- ¡Oye Cristian! - le llamo tocándole el hombro para que frene y no siga caminando.

- ¿Qué pasa? - me dice sabiendo por mi cara que quiero decirle algo.

- ¿Sabías que Borja tiene una hermana pequeña? -le comienzo a decir.

-Pues sí, algo he oído que está muy buena pero nunca la he visto ¿porque? - sus palabras me tensan me da rabia oír cómo describe a Nina de esa manera y me pregunto quién narices le ha dicho que estaba buena, había tenido que ser alguno de mi grupo de amigos.

-Se llama Nina y está en el barco y si cualquiera de vosotros se acerca a intentar algo con ella tendrá problemas conmigo, díselo a los demás. - le digo con advertencia.

Él pone cara de extrañado, pero no dice nada más, sabe que no me ando con tonterías y que cuando lanzo una amenaza la cumplo y me da igual que sean mis amigos, tienen que respetarme.

Mientras estoy sentado observo como Nina baila, ella no me ve. Me doy cuenta como no le quita ojo a Cristian que está sentado frente a ella mirándola como si fuera un lobo con su presa. Desde mi asiento, veo como hablan y leo en los labios que ella se está presentando, después veo la cara de rechazo de mi amigo y una sonrisa enorme aparece en mi rostro, puedo ver como ella me mira desde lejos desencajada y enfadada y después huye al baño como una niña rabiosa. La sigo y la espero, al salir del baño le dejo claro que no puede enrollarse con ninguno de mis amigos, se trata de lealtad, mis amigos y yo podemos follarnos a las mismas chicas, esas chicas que son de usar y tirar, pero las chicas que nos importan queda totalmente prohibido es la ley de la amistad, yo tampoco me enrollaría con sus amigas. Pero su respuesta me pilla completamente fuera de lugar, no estaba acostumbrado que nadie me hablara de aquella forma, siempre todo el mundo comía de mi mano, me da mucha impotencia oírle decir todas esas verdades y le digo varias cosas para herirla.