Capítulo 10

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Hola Hola!!! he estado un poco desaparecida pero hoy traigo doble Capítulo!! espero que os este gustando este nuevo Rodri!!


Nina

Era imposible estar enfadada con él, a pesar de las advertencias de Gala, Rodrigo tenía algo que me provocaba adicción y no era por su perfecto físico si no porque me gustaba ver que conmigo se convertía en mejor persona. Sabía que estando con él, era como tirarse de cabeza a un precipicio, pero era lo que me apetecía, estar con él y dejarme llevar. Sabía que tarde o temprano me explotaría en la cara y sabía que iba a llorar, que lo iba a pasar muy mal pero ahí estaba yo de cabeza al precipicio y sin mirar atrás.

Cuando lo vi débil y ensangrentado a punto de perder la consciencia, con el cristal clavado en la barriga, no podía hacer como si nada, me dieron igual sus drogas, las chicas con las que se acostaba y lo problemático que fuera... me necesitaba y no dudé ni un segundo en ayudarle. Todos sus amigos estaban borrachos sin enterarse de lo que pasaba en la otra parte del barco, solo me tenía a mí.

Me tenía abrazada en su cama acariciándome con sus dedos mi cabello y yo tenía mi cabeza apoyada en su pecho, podía oír y sentir los latidos de su corazón, llevaba puesta su ropa y su perfecto olor impregnado en mi cuerpo. De repente llaman a la puerta de la habitación y me separo rápido de él,

- ¿Quién es? Grita.

-Soy yo Rodrigo, algunos amigos suyos han venido a verle. - dice al otro lado de la puerta Emmanuel.

-Diles que estoy durmiendo, que vengan mañana, ahora no estoy para visitas. - le dice de manera contundente sonriéndome y cogiéndome de la cintura atrayéndola hacia él de nuevo.

Me siento aliviada al ver que les acaba de poner una excusa a los borrachos de sus amigos para poder seguir estando conmigo.

-Odio como me gustas- le digo dándole un beso con la máxima ternura habida y por haber.

-Yo odio que seas tan adictiva- me dice susurrándome entre beso y beso.

Después de besarnos un buen rato, él me acariciaba el cabello y yo vuelvo apoyar mi cabeza sobre su pecho. Estar así abrazada a él se ha convertido en mi adicción favorita últimamente, parece que sea otra persona y no la misma con la que he crecido.

-Buenos días Fresita -oigo que dice Rodrigo susurrándome en la oreja y dándome un suave beso en la frente.

Debí quedarme dormida anoche mientras me acariciaba el pelo.

-Buenos días- le respondo sonriendo, ¿qué hora es? - le pregunto

-La hora de estar juntos- me dice acercándose a mis labios y pasándome el brazo por la nuca para envolverme en un abrazo.

-Mis padres no saben dónde estoy... tienen que estar preocupados...-le digo intentando coger mi teléfono del escritorio.

- ¿De verdad no les dijiste nada? Madre mía Nina, claro que estarán preocupados ¡llámalos ya! - me dice un poco nervioso.

Yo cojo mi teléfono, veo que tengo varias llamadas de mis padres, de mis amigas y un mensaje de Gala. Primero llamo a mi madre que me descuelga el teléfono en el primer tono.

-! ¡¿Por el amor de dios Nina Rivera Medina se puede saber dónde estabas?! ¿Sabes lo preocupados que estábamos? Ni tú ni tu hermano respondéis los malditos teléfonos... ¿para que los tenéis? ¿Solo para haceros fotos y usar Instagram? tu padre estuvo a punto de llamar a la policía, ahora bien, dime dónde estás y cuál es tu excusa para no avisarnos...- dice mi madre gritándome como una histérica.

Nadie duele para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora