//Amor Por Un Dragón\\//spruan\\

𝒱ℴ𝓎 𝒸ℴ𝓃𝓉𝒾𝓰ℴ!

"FURIA NOCTURNA!" Fue lo último que el chico escuchó mientras quedaba inconsciente; momentos después, se pudieron ver varias explosiones.

Mientras la nube de humo desaparecía, lo vieron...

Un Furia Nocturna en carne propia. Algunas personas empezaron a correr, mientras que otras empuñaron sus armas y atacaron sin temor al dragón. Este mismo se defendió de los humanos que corrían hacia él para acabar con su vida.

Hasta que alguien saltó al terreno interponiéndose entre las personas y el dragón. Aquel joven de capucha roja, la cual se quitó dejando ver a la persona detrás de todo.
"¡JUAN!" Se quedaron atónitos. En ese mismo instante, el Capitán entró corriendo a la batalla con hacha en mano. Pero Juan no iba a huir, se quedó ahí esperando su destino, o su misma muerte. Pero Chimuelo no pensaba lo mismo. Disparó una ráfaga de plasma que no les haría daño pero les daría tiempo para escapar; en ese mismo instante, Juan tomó a Spreen y subió al dragón escapando. Por ahora.

                              <~*❣️*~>

Momentos después, en la orilla de la playa, Juan planeaba algo con Chimuelo. Muchos ya hubieran huido, pero ¿qué hacía que este niño se quedara? Ya no veía a Spreen de la misma manera, su mirada hacia él no era la misma, así que, ¿qué era lo que lo mantenía aquí? En ese instante, este mismo despertó.

"¿Qué diablos?" Dijo el chico aún aturdido por lo que había pasado.

J: Wow, ya despertaste.

S: JUAN, YO...

J: Ahórratelo. Gracias.

Desde lejos se notaba que el castaño ya no sentía lo mismo hacia Spreen. Pero no podía hacer nada, tomó una decisión y tendría que lidiar con las consecuencias de esta misma.

S: Necesito que me escuches.

J: No necesito escucharte, vi exactamente lo que planeabas. Ahora no voy a dejarte ir.

S: No sabía que me necesitabas tanto...

J: Te necesito vivo hasta irme de aquí.

S: No estarás planeando en abandonar la isla.

J: Pensé que te tomaría más tiempo averiguarlo. A pesar de todo, eres igual de tonto que Ari y sus amigos.

S: No me compares con ella.

J: Pensé que te sentirías identificado, si son la misma basura.

En ese mismo instante, Spreen se abalanzó sobre Juan; este mismo estaría en desventaja tras nunca haber luchado en su vida y menos con alguien que se consideraría un profesional. El dragón no podría hacer mucho ya que, al tratar de interferir, dañaría a ambos niños. Así que ahí estaban. En la arena, devolviendo insultos y golpes a pesar de que alguna vez se amaron.

Pero en algún momento se tenían que cansar, y ese momento llegó.

J: Nos van a encontrar. ¿Lo sabes verdad?

S: Estoy dispuesto a aceptar el castigo de cualquier manera.

J: No lo tienes que hacer.