𝒬𝓊𝒾ℯ𝓃 𝒮ℴ𝓎 𝒴ℴ?

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Spreen se fue, dejando a Juan finalmente solo. Juan volteó a ver al furia nocturna, y este tenía una sonrisa. "¿Estás, Chimuelo? Pero los mitos... ¿Era mentira?", dijo Juan mientras escribía algo en un diario. El furia nocturna señaló con la cabeza el lugar donde Spreen estaba hablando con Juan. "¿Qué? ¿Spreen?" El furia nocturna asintió. "Él es un tonto. Estoy seguro de que te quiere exterminar." El dragón retrocedió y rugió. "O sea, no es malo, pero dudo que te quiera", el dragón lo miró confuso. "Es difícil, ¿sí?" Dijo Juan mientras tomaba asiento cerca del dragón.

En ese momento, el furia nocturna bajó la guardia y tomó asiento. "Necesitas un nombre", dijo Juan. "Chimuelo te queda bien. O quizá...." El dragón se levantó y le rugió. "Chimuelo será".

Mientras tanto, en la aldea, los más jóvenes estaban siendo entrenados para defender a la aldea de los dragones. "¡Y CON ESA, SPREEN TIENE 10 PUNTOS!" Dijo El Capitán.

"Spreen, ¿cómo diablos lo haces!?" Dijo un joven rubio.

S: Rubius, por favor, no es tan difícil si dejas de hablar.

R: Yo hablar. Es la primera vez que te digo algo.

S: Claro, porque nadie en esta aldea ha escuchado tu maldita historia del dragón que casi te mata.

El rubio se quedó callado mientras el pelinegro peleaba por aniquilar al dragón. Unas cuantas horas después, ya cuando la luna estaba en su punto más alto, Juan decidió volver. Pero claro que no se quedaría. Agarró una oveja del rebaño y corrió devuelta a la cala donde estaba "Chimuelo", el nombre elegido para la furia nocturna. "Perdón por el retraso, amigo". Así le entregó la oveja al dragón y volvió a escribir en el diario. Mientras Chimuelo feliz gozaba de su almuerzo. Y con cada hora que pasaba, más cercanos se volvían.

Al día siguiente, nadie había visto a Juan desde ayer por la mañana. Pero hubo alguien que desconcertado y digamos algo preocupado volvió a la cala. Para verificar la seguridad de su "amigo" y ahí lo vio. Juan se estaba lavando la cara muy tranquilamente en el lago. El joven Spreen bajó a la cala enojado con Juan por no haberse reportado. "¿Qué tramas?" Dijo el pelinegro mientras acorralaba al castaño contra una piedra. "Baja la navaja" dijo Juan algo preocupado.

S: ¿Qué estás tramando, dije?

J: Va a ser la última vez que te lo diga, y recomiendo que me hagas caso. ¡Baja eso!

S: ¿O qué?

En ese momento, algo tiró al joven al suelo. Chimuelo había protegido a Juan. El dragón le rugió a Spreen mientras este suplicaba por ayuda.

J: ¡Chimuelo, para! ¡Es amigo!

Chimuelo no retrocedió, mostrando sus dientes ante la "amenaza" de Spreen.

J: ¡Chimuelo, atrás!

El dragón retrocedió. "Gracias, amigo. Perdón por haberte gritado", dijo Juan mientras acariciaba al dragón. "E-es un fu-fu-furia nocturna", dijo el joven desconcertado. "No me digas enserio. Creí que era una mosca". Reía el castaño.

S: Espera a que toda la aldea se entere, ¡estarás muerto!

J: Bueno, déjalo que corra un poco. ¡AHORA BUSCA!

El dragón corrió detrás del pelinegro y este cayó.

J: Créeme, si le vas a decir a alguien, ¡Chimuelo te destrozará!

"Entonces tu plan es encerrarme aquí hasta que me muera. ¡Tú y tu dragón están dementes!" Dijo el joven asustado y tratando de hacerle daño al dragón sin éxito alguno.

"Era causarte miedo, no que te lo tomes literal". Miró a Spreen mientras se sentaba en el suelo.

J: Solo necesito que prometas no decirle a nadie.

S: ¿Quién te crees que eres? Ni en sueños te hago caso.

J: Spreen, sé que puedo confiar en ti. Solo necesito que tú confíes en mí.

Spreen se quedó en silencio hasta que dijo; "está bien, pero dile a esta cosa que se quite de mi". Y ambos sonrieron.

//Amor Por Un Dragón\\//spruan\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora