En el silencio de la noche, cuando los pensamientos se desatan y la oscuridad envuelve mi mente, las sombras de mis inseguridades se hacen presentes, pesadas y opresivas. Como mujer, a menudo me encuentro atrapada en un torbellino de dudas y temores, cuestionando mi valía y mi capacidad para ser amada.
¿Soy suficiente para él? ¿Puedo satisfacer sus expectativas? Estas preguntas martillean mi mente, alimentando mis inseguridades y haciéndome sentir pequeña e insignificante ante la idea de merecer el amor de un hombre. Me encuentro atrapada en una espiral de autocrítica, buscando defectos en cada aspecto de mí misma, convenciéndome de que nunca podré estar a la altura de lo que él merece.
Me pregunto si mi apariencia es lo bastante atractiva, si mi personalidad es lo bastante interesante, si mis sueños y aspiraciones son lo bastante ambiciosos. Me veo comparándome con otras mujeres, sintiéndome inferior ante su supuesta perfección, deseando desesperadamente alcanzar un estándar inalcanzable de belleza y feminidad.
Michelle