En la quietud de una habitación oscura,
donde la soledad es mi mejor aliada,
me envuelvo en la suave tela de mi pijama, y el silencio se convierte en mi calma.Un libro en mis manos, páginas que susurran, historias que tejen mundos en mi mente, cada palabra un hilo, cada frase un nudo, mientras el café humeante calienta mi presente.
Las agujas del reloj y las de tejer
avanzan juntas, en un ritmo compartido,
la lectura y el tejido, ambas son mi abrigo, me envuelven en un manto de paz y abrigo.La soledad se torna en compañía,
cuando en cada página, en cada puntada,
encuentro un refugio, una dulce armonía, donde la vida fluye en calma, desenfadada.Y así, en la penumbra de mi habitación,
entre libros, café y el suave tejer, encuentro un universo en mi propia piel,
donde la soledad es puro placer.