Una eternidad a tu lado. (Eimiko)

Esto se acabó

Yae tomo a Ei del brazo para decirle:

-Ei...¿Podrías quedarte un rato más conmigo? Por favor-dijo la peli rosa apenada.

Ei se sobresalto, ¿Había escuchado bien? Aún dudando la peli morada se sentó en el borde de la cama de Yae algo sonrrojada, Ei intentaba ocultar su cara para que no se notara el leve rojo de sus mejillas.

-Solo quiero hablar contigo. Aún es temprano y no tengo sueño.-dijo Miko sentándose más cerca de Ei.

-Oh.-pronunció Ei algo nerviosa.-Hay algo importante que me quieras decir, Miko?-

Yae guardo silencio por unos segundos para luego poner la vista en cualquier cosa que no sea Ei para hablar.

-Es... Sobre Ayato...-dijo Yae.

Ei se sorprendió un poco, Yae no solia pedirle a Ei hablar de su novio ya que siempre se ponían a discutir por su actitud.

-Ya veo... De hecho el estuvo hoy en la cafetería donde trabajo.-dijo Ei.

-Oh, entonces... ¿El te dijo que se encontró conmigo?-pregunto Yae mirando a Ei.

-¿Te hizo algo?-Dijo Raiden rápidamente.

-Yo creo que quiero terminar con el.-dijo Yae rápidamente.

Ei se sorprendió y dijo casi al instante:

-¡¿ENSERIO?!-Ei se dio cuenta de que alzó la voz y pronto se la aclaro y siguio-De verdad no pensaba que dirías eso.-

-Lo sé, pero la verdad ya... Ya no me siento a gusto cuando estoy cerca de el, me causa miedo y siento que solo me está tratando mal.-dijo Yae con pequeñas lágrimas en sus ojos.

-Oh Yae.-dijo Ei tomando la cara de Yae entre sus manos.-Al fin te diste cuenta de que ese hombre no es bueno para ti.-

Ei le limpio las lágrimas a Yae y luego la abrazó y dijo suavemente:

-Dime, ¿te hizo algo que no te agrado?-pregunto Ei.

Raiden ya estaba sospechando algo, Ayato debió hacer algo que puso a Yae hasta el limite para que quiera terminarle.

-Yo...-dijo Yae entre lágrimas ocultando su cara en el hombro de Ei.-El me ha tocado de una forma en la que no me gustó, ahora es muy brusco cuando me agarra, me lastimó y dejo bastante indefensa cuando fuimos a ese hotel...-

Ei no dejo de abrazar a Yae para que no viera lo muy enojada que estaba, Ei quería matar a golpes a ese maldito engreído, ¿¡Como se atrevía ese desgraciado a tocarla!? Ahora Ayato se puede considerar hombre muerto.- pensó Ei.

-¿Quieres que te ayude a que termines con el?-dijo Ei acariciando el pelo de Yae.

Yae dudo pero al final termino asintiendo a la petición de la peli morada.

-Sera mejor que descanses, mañana tenemos muchas cosas que hacer.-dijo Ei pasando sus manos por la cabeza de Yae acariciando sus orejas junto a su cabello.

Yae ya estaba medio dormida, el suave y delicado toque de Ei la hacían sentir tranquilidad, estar entre sus brazos era bastante cómodo, definitivamente eran mucho mejor que los abrazos de Ayato, Ei tumbo a Yae a la cama pero cuando se iba a levantar para irse Yae la arrastró para que se acostara al lado suyo, Ei no opuso resistencia y se quedó abrazando a Miko mientras olía el dulce aroma del pelo de esta.

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A la mañana siguiente Yae despertó sin ganas de hacer nada, estaba cansada y de mal humor, pero su mal humor se quitó al ver que Ei estaba dormida a su lado.