Capítulo 18

933 27 3
                                    

Tess se sienta frente a mí. Miro con envidia el café humeante de Starbucks que deja sobre la mesita.

Los intensos rayos de sol le pegan parcialmente en el cabello, y en la cara. Pero no parece importarle. Le da un largo sorbo al vaso, pero se detiene al percatarse de mi mirada.

—Tienes suerte de que nos encontremos afuera, si quieres vomitar...

Niego con la cabeza, me río.

—No, pero no tienes idea de lo mucho que me urge uno de esos ahora mismo.

Hace una mueca.

—Venga, que ya son los últimos días de exámenes finales —intenta animarme— . Ya después sólo será cuestión de esperar calificaciones, y por fin seremos libres —hace una pausa, da otro sorbo—. Y bueno, tocará ver cómo Carson lidia con tu siguiente fase del embarazo, he oído que es horrible.

—Seguro terminará marchándose y abandonándome.

Se echa una carcajada.

—¿Bromeas? Ese hombre te adora, y no te ha botado a pesar de que estás en tu fase más vomitona. Eso, y el hecho de que Wesley de verdad que lo haría pagar por abandonarte estando embarazada.

Sonrío.

—Es bueno tenerlo como garantía.

Asiente con la cabeza.

—¿Cómo lo ha tomado? —se pone un poco seria—. ¿Ya va haciéndose más a la idea?

—Algo así —me encojo de hombros—. Al menos ya nos entendemos mejor. Trato de darle su tiempo, ¿sabes? Aunque debo admitir que tampoco he logrado hacerme a la idea del todo.

—Por supuesto que no. Pensar que en unos cuantos meses estarás cambiando pañales y con biberones, suena a locura hasta para mí.

—Lo sé.

Lo que ha dicho es cierto. Es una locura el sólo pensar cómo puede cambiar la vida en un solo instante, casi de la nada.

Es una locura cómo puedes planear un futuro, pensar que lo tienes todo asegurado. Y de la nada, las cosas simplemente dan un giro inesperado y cambian.

—¿Y cómo te fue conociendo a su madre? —no logra esconder la sonrisa—. No me contaste todo por mensaje. ¿Fue tan malo como creíste?

Asiento con la cabeza, cierro la libreta. Ella se ríe.

—Me detesta, por supuesto. Y creo que el momento en el que todo se fue definitivamente por la borda, fue cuando supo que estaba embarazada.

—Conocer a los padres es la peor parte —asegura—. ¿Y cómo ha estado Carson?

—Tranquilo, pero sí que le ha afectado bastante. ¿Sabes? Jamás lo dirá. Pero, esa noche con su madre, en verdad que ha logrado causar estragos en él. Me siento culpable. Aunque él intente negarlo, sé que todo fue por mi culpa.

—Por supuesto que no —frunce el ceño—. Es decir, ¿cómo ibas a saber que eso terminaría mal? No puedes predecir el futuro.

—Lo sé, pero pude evitarlo. Él nunca habla de eso, pero sé que hay razones por las que se alejó de ella por tantos años. Estoy segura de que no fue nada más porque sí —suspiro—. Yo perdí a mis padres hace mucho, y no quisiera que Carson pierda la oportunidad de solucionar los problemas que tiene con los suyos antes de que sea demasiado tarde y pase mucho más tiempo. Pero esa noche aprendí que no debo volver a entrometerme. Y si él decide mantenerse lejos de ellos, es porque sabe lo que hace —se me forma un nudo en la garganta—. Sigue tratando de comportarse normal conmigo, pero puedo jurar que después de aquella noche, hay algo distinto en él. Ya no es el mismo.

¿Y si el tiempo no lo cura todo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora