1
La pequeña joven que pregunto, era una adolescente delgada y de piel blanca, con cabello corto de color morado y unos alegres ojos negros, traía una blusa morada, pantalón corto morados y unos huaraches de cuero, en su cuello lleva amarrada una capa roja con lineas amarillas. Se colocó al lado de Damian y acaricio su caballo después de hacer su pregunta.
- Así es, ¿y tú quien eres pequeña?-. Contesto Damián, la Pequeña joven se colocó frente a el caballo e hizo una reverencia.
- Le doy la bienvenida al guerrero nacido de la montaña, mi nombre es Erina, Erina la discípula de valkiria, soy discípula de la gran Sabia del Fuego Sumire -. Al levantar la cabeza miro a los ojos a Damián. Este recordó todas las palabras, notas y decidió entrar en el personaje, no sabía que ocurria pero que más daba.
- Soy Lord Damian, y ellos son mis acompañantes, mis caballeros, Mario y Robe, el joven de caballo negro es Ricardo, y nuestro Mago Blanco -. Decidió no agregar más estubo a punto de decir doctor, me preguntó si en este mundo existía esa palabra. La pequeña maga, se acercó maravillada al doctor Gerardo que en ese momento era el Mago blanco.
- Es un honor conocerte, mi maestra me ha hablado de sus logros y descubrimientos, espero que me pueda enseñar un par de cosas sobre su magia-. El doctor le tendió una mano y ella la tomo y le dedicó una sonrisa cansada pero honesta.
- Lo que este en mi conocimiento te enseñaré pequeña Maga -. Contesto el Doctor. Damián pensó que sería bueno conocer a esta Sabía del Fuego y no tardó mucho en comentárselo a la pequeña Erina.
- Erina, nos gustaría que nos guíes con tu maestra, ya que se acerca una tormenta -. Erina miro al cielo este brillo y unos segundos después se escuchó el rugido de las nubes grises.
- Para mi será un honor guiarlos camino a mi maestra -. Contesto, corrió frente a Damián y ella hizo sonar un silbido con sus dedos, un caballo de color café apareció y subió la pequeña colina, ella lo acaricio y subió.
- Siganme mi maestra se encuentra en dirección al norte, llegaremos antes de que el gran sol se oculte -. Damián y los demás la siguieron ya sintiendo algunas gotas caer.
2
En el norte la Sabía del Fuego llamada Sumire estaba estudiando el libro de la magia más avanzada del fuego, lo hacía con gran concentración y paciencia ya que sentía que tendría que usar el último libro del fuego, Blazing, se hacia llamar, este necesitaba el máximo control de la magia elemental, y a ella aún le quedaba camino por recorrer. No pasó mucho cuando escucho la voz de la pequeña Erina en su mente.
[Maestra voy en camino y llevo visitas prepárese] Samire escucho esto en su mente, se sentía orgullosa, su discípula no tenia gran talento elemental pero su poder psíquico era envidiable incluso para ella.
[Enterado] respondió, algo corto no quería agotar su mente, el poder de la magia, el poder de la mente, la fuerza física, destreza y la velocidad, todo eso definía y regía en las tierras antiguas desde tiempos inmemoriales, ella ya llevaba sus años como Sabía, los 4 Sabios, de los elementos que deben proteger el reino de los elfos, esto era así porque se llegó a un acuerdo, Lotus Sabio del Rayo había echo este 16 estaciones antes de que la Bruja Janeth hiciera su gran aparición en el salón de el Rey Elfo. Está llegó vestida en una capa roja con un traje negro y el gran collar con la gema roja que controlaba a sus grandes bestias, su larga cabellera negra y sus ojos rosas, te dejaban pesando si ella realmente era humana. El Rey Elfo Merlinus sintió en ella el poder de la oscuridad y la maldad, ella trato de maldecir el reyno, pero Lotus el Sabio del Rayo la detuvo mientras los 3 antiguos Sabios lograron detener a sus jovenes Dragones, Drark se llamaba uno era un dragón antiguo a 4 patas, si en su juventud era grande ahora lo es mas, de ojos rojos y escamas negras, sus alas de una envergadura enorme hacían parecer pequeña a su casa, sus llamas infernales podrían arrasar con todo lo que el quisiera a su paso, pero había otro dragón Frost, el gran dragón de llamas congelantes, este era un guiverno, dragón de 2 patas y dos alas, pero esto no lo hacía menos, era rápido y ligero, más pequeño pero no menos peligroso. Drack y Frost siendo lo que eran fueron derrotados por los tres Sabios del fuego, agua y tierra, pero el gran Lotus perdió frente a la Bruja que usaba magia oscura era una bruja de magia negra, la mano derecha de el Rey, el Obispo Raphael, logro repelerla con su magia de luz y esta huyo al sur, desafortunadamente los sabios no salieron ilesos y debido a sus heridas murieron, un dia después me convertí a temprana edad en la Sabia del fuego, titulo que no creia merecer. La Bruja ahora llamada Reyna Bruja logro conquistar el sur y echar a los enanos venció a sus ejercicios con uno propio de orcos y duendes, los dragones habían arrazado con las montañas de hierro de los enanos, estos habían pedido refugio a los elfos y ellos le cedieron un lugar en el bosque magico donde los sobrevivientes de los enanos ahora vivian. La Reyna Bruja Janeth domadora de dragones había logrado su primer objetivo tener un reino, y su segundo objetivo era un Rey, el hijo mayor del Rey Elfo Merlinus el principe Ocran, Elfo fuerte y de sangré pura, la Reyna quería descendencia, pero el Rey Elfo no había accedido a un acuerdo de paz lo que había terminado en una guerra que llevaba 4 estaciones, y ahora que ella la gran Sabía del Fuego era más fuerte, tendría que enfrentarla con su máximo poder mágico así muriera en la batalla, era un momento adecuado pues según la profecía de el Obispo de Luz Raphael, el guerrero nacido de la montaña por fin llegaría a estas tierras en compañía de sorprendentes guerreros y un mago blanco con un gran poder psíquico y mágico, su misión era apoyar a este grupo el día que llegarán y parece que por fin a llegado el tiempo de moverse.
ESTÁS LEYENDO
El Tren de las Dimensiones
HorrorUn extraño grupo de personas entran a un tren sin imaginar el viaje que les espera, entre ese grupo está Damián un ex militar y dos soldados que lo acompañan a un encarcelamiento por un error que cometió en una de sus misiones, sin imaginar que tend...