capitulo 8

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Presente

Los ojos de Sabito estaban clavados en los míos, su mirada quemaba hasta el fondo de mi ser, no sabía que decir, no sabía qué hacer, había una buena explicación de por qué desaparecí cuando todo estaba más que bien, pero no sabía cómo preguntárselo sin volver a sentir miedo

-¡sabito! -escuchamos el grito de alguien que venía detrás- tenemos una emergencia, nos tenemos que ir -El chico de cabello blanco y alto fue quien gritó, pero todos venían detrás de él- ¿Sabito?

El no despegaba la mirada de mi, estaba empeñado a qué le contará por qué lo había abandonado, los nervios me estaban consumiendo, lo miraba a él, miraba a las personas que estaban acá que tenían cara de confusión, todos menos Tomioka quien suspiró y me habló

-nos volvemos a ver

El corazón me dió un vuelco pero ya no podía fingir que no los conocía

-es bueno saber que están bien -le respondí

-¿Se conocen? -preguntó una chica baja, shinobu

-nos tenemos que ir amigo -le dijo Tomioka a Sabito quien cerró los ojos con fuerzas y suspiró- otro día pueden hablar

Pensé que todo iba a quedar ahí, pero sabito tomó mi rostro firme pero suave con una mano, como cuando lo hacía cada vez que me besaba y me miró directo a los ojos

-tengo el mismo número de teléfono, no lo quise cambiar por si alguna vez te colocabas en contacto conmigo… llámame por favor, necesito saber que es lo que hice mal.

-aaaah -dijo Rengoku- creo que entendí mal pero… sabito… Ella es la prometida del hijo del jefe ¿Por qué le estás pidiendo que te llame?

-eso da igual -dijo Uzui- nadie va a decir nada

Por cómo todos nos miraban mi rostro se colocó rojo y quité mi cara de la mano de Sabito

-permiso -dije bajando la mirada y caminando lo más rápido que pude para irme de ahí.

Llegué a la entrada en dónde estaba Kiriya con el teléfono en el oído, cuando me miró cortó la llamada

-cariño, hay una emergencia, me tengo que ir

-esta bien -tragué nerviosa, sobre todo cuando escuché a los demás acercarse- yo… me tengo que ir

Me dió un beso rápido en la frente y volvió a tomar el celular

-espera … -nuevamente Sabito- no estás en condiciones de manejar

Kiriya se volvió nuevamente a mi, mi corazón saltaba fuertemente

-¿Por qué lo dices? -le dijo a Sabito levantando una ceja

Sabito se demoró en contestar- tiene un leve temblor en la mano derecha, está… ansiosa

Apreté el puño cuando me dí cuenta que era cierto, sabito conocía cada gesto de mi cuerpo

miré a Kiriya

-no es nada, nos vemos

Salí rápidamente de la casa y me subí al vehículo sin mirar atrás para irme a mi apartamento, maneje demasiado mal, pero pude llegar a casa a salvo

Estuve todo lo que quedaba de tarde pensando en la mirada de Sabito, en sus ojos mirando los míos después de tantos años, en su mano en mi rostro y en lo familiar que se sintió.

Eran las 4 de la madrugada, aún no podía dejar de pensar, aún no había podido dormir ni un minuto cuando la puerta de mi apartamento sonó, era Kiriya

-¿Cómo te fue? -le dije susurrando cuando entró en la habitación, él me miró con una leve sonrisa-

-¿Aún despierta? -se sacó los zapatos y la chaqueta, se sentó en el borde de la cama-

-estaba preocupada, no se a que se dedica tu familia específicamente

-en seguridad, para el estado, pero es privada

No es cierto…

-¿Estás bien? -le pregunté

-sí, bien ¿Te molesta que haya venido?

-claro que no, pero sabes que trabajo en unas horas más

-por eso vine -se sacó el resto de la ropa, ya tenía una erección y se metió debajo de la cama bajandome la ropa interior- quería estar contigo antes de no vernos por unos días

Me besó el cuello, pasó su mano por debajo de mi camiseta, su toque se sentía como de alguien extraño

-kiriya -le dije tratando de separarlo un poco- necesito hablarte de algo

-¿Puede ser después del sexo? -siguió besándome, tocándome, entrando en mi- eres… si… -gimió cuando siguió entrando y saliendo de mi

Suspiré, esto estaba siendo incómodo por qué yo no estaba ni un poco lista para tener sexo, pero me limité a cerrar los ojos y tratar de concentrarme, el sexo con Kiriya siempre había Sido bueno, pero ahora no podía, no después de volver a ver al hombre que con solo una mirada encendía cada centímetro de mi piel

Y después no hablamos, por qué Kiriya se quedó dormido y en unas horas tenía que ir al trabajo, el sabía de mi vida, pero nunca supo de la existencia de Sabito, eso era algo que guardé para mí.

Era hora de contarle por qué me estoy arrepintiendo de haberle dicho que me quería casar con él, pero sería otro día


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siempre tú - Sabito x t/nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora