capitulo 22

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Presente

Me miré al espejo viendo mi reflejo en ese traje que llevaba tiempo guardado, no sabía si era lo más apropiado para ir a una cena en la empresa de mi “prometido” pero a estas alturas ya me daba igual

Respiré profundo y miré al balcón, ese mismo en dónde casi besé a Sabito, por qué aunque le dije que se fuera él dijo que no, pude sentir levemente sus labios en los míos y la imagen de él llegó a mi cabeza, el de esa noche y me separé de golpe, salí del apartamento corriendo y con lagrimas en los ojos, sin zapatos y tomé mi vehículo, manejé toda la tarde, sabito me mandó millones de mensajes, llamadas pero no contesté ninguna.

Tomé mi celular y me puse el anillo de compromiso para manejar a la casa de kagaya, mis nudillos se volvieron blancos de tanto apretar el volante, el camino se me hizo eterno y cuando llegué, ya habían muchas personas en el lugar, varios me quedaron mirando, llegué al salón principal y ví a Sabito con su grupo de amigos, el me miró con media sonrisa, pero decidí ignorarlo, ví a Kiriya y sus ojos recorrieron todo mi cuerpo y caminó donde mi, yo fui decidida donde él, pero me tomó por sorpresa en la forma que me tomó de la cintura y me besó, posesivo… quizá por primera vez pude sentir sus celos de que otros hombres me miraran… si solo hubiera mostrado ese interés por mi antes… puse mis manos en su pecho para separarlo despacio y cuando lo miré él me sonrió

-estás realmente hermosa cariño, que bueno que viniste, vamos a saludar a papá -me tomó de la mano- quiere ver a mi futura esposa

-no Kiriya -le dije deteniendolo- tenemos que hablar

-¿Puede ser después?

-no -mi voz sonaba tan firme que el frunció el ceño- tiene que ser ahora

El suspiró

-ok, emmmm… me puedo ausentar por unos minutos, vamos al despacho de papá

Caminamos de la mano e ignoré los ojos de Sabito que seguían cada uno de mis pasos.

Cuando llegamos al despacho Kiriya me abrazó por la espalda y me besó el cuello

-no sabes cuánto te he extrañado -me dijo en voz baja- no sabes cuánto…

-vine a devolverte esto -me separé de él y le entregué el anillo, su rostro perdió el color- ya no podemos seguir así…

-¿es una broma verdad?

-no Kiriya, lo pasamos bien en estos meses, pero esto no es para matrimonio, lo siento

-¿es por sabito?

-sí -le dije, el se puso serio- pero no te he engañado con él, solo que cuando lo volví a ver me dí cuenta que lo que tenemos es… fácil, solo te dije que si por qué tú no me dabas problemas ni en qué pensar, pero si me voy a casar con alguien quiero que sea un problema no poder verlo, no poder estar con él. No que sea un alivio o algo cómodo -me acerqué y puse mis manos en su rostro- intenté muchas veces hablar contigo Kiriya y…

-pero por trabajo no podía…

-y por eso quédate en tu trabajo que amas, a mi solo me quieres, yo solo te sirvo para tener dónde llegar y tener con quien acostarte, y no te odio por eso, por qué fuiste lo mismo para mí -le besé la cara- gracias por estos meses Kiriya, te quiero

Caminé por el pasillo sin mirar atrás, no tenía un nudo en el estómago y no quería llorar, sentía alivio en mi cuerpo y salí por la puerta principal, se supone que fuera no debía haber nadie, pero estaba sabito y todos sus amigos, se quedaron en silencio cuando me vieron

Caminé al vehículo para irme, pero sabito habló fuerte

-¿Te vas sola? ¿Y tú prometido?

-el se queda -dije girandome- tiene trabajo que hacer

-ah… -podía ver el dolor en su mirada- que bonito

-Ese es problema mío, adiós…

-te vas a casar con alguien que no te ama como yo, con alguien que no amas como me amas a mi… es obvio que también es mi problema

-tu lo arruinaste -le dije apretado los labios, sabito dió unos pasos hacia mi-

-¿Cómo? ¿Dándote mi amor incondicional? ¿Adorandote como lo hice? ¿Arrastrándome como idiota para tener un poco de tu atención? Hace un par de días me dijiste que me amas, y ahora te presentas delante de todos y lo besas a el

-¡Lo arruinaste cuando no me dijiste a lo que te dedicabas y dejarme decidir a mi si es que quería estar con un asesino! -grité

Se quedó blanco, todos me miraron sorprendidos, las lágrimas cayeron de mis ojos de manera incontrolable

-¿Q-que dices?

-que la noche qué desaparecí, fui a comprar un café y te ví sabito, te ví con tu compañero y decidí seguirte para saber a qué te dedicabas

-n-no… t/n, no es lo que crees…

-te ví sabito y no sabes el terror que me dió al verte asesinar a tres hombres, como no reaccionabas cuando su sangre salpicó tu rostro… -mis manos empezaron a temblar- me estaba acostando con un asesino y tuve que arrancar por qué no sabía qué más hacer, asesinabas personas con tus manos y luego me tocabas…

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siempre tú - Sabito x t/nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora