22| Quiero que seas sincero

1.7K 79 6
                                    

— ¿Que te vas a pedir? — Preguntaba Juanjo un poco nervioso ya que no había emitido ninguna palabra y solo miraba a la carta.

— No se

— Martin, ¿estás enfadado conmigo verdad? — Comentaba Juanjo un poco triste.

— ¿Porque debería estar enfadado supuestamente? — Pregunto levantando la mirada de la carta.

— No sé, simplemente quiero saber porque te fuiste tan mal de la fiesta.

— Si si sabes, lo que pasa es que estás muy acostumbrado a no reconocer que a veces te puedes equivocar Juanjo — Digo cerrando la carta y después levantando la mano para que viniera un camarero.

— Que van a tomar — Preguntaba un camarero acercándose a nuestra mesa.

— ¿Perdón? — Respondía Juanjo ante mi afirmación pero cayandose por el camarero.

— Yo un sándwich vegetal, un bollo de mantequilla y agua.

— Yo lo mismo — Respondió Juanjo al camarero.

— Okey, pues marchando — Dijo el camarero alejándose, mientras, Juanjo volvía a la carga.

— No tienes razón — Respondía Juanjo ante mi afirmación de antes.

— Los cojones

— Pues lo que tú digas — Comentaba frustrado.

— Ves como te pones, así no se puede hablar contigo Juanjo — Bufo.

— ¿Es que como quieres que me ponga? No dejas de atacarme.

— Claro, ahora resulta que soy malísimo yo madre mía — Digo pasándome las manos por la cara riéndome.

— Juanjo, ayer pasaste de mi toda la noche, en el taxi me hablaste fatal y para colmo cuando entro a los baños te pillo saliendo de uno con el bailarín de Vicky, Juanjo dime la verdad, porfavor te lo pido quiero que seas sincero.

— ¿Tu de verdad me quieres? — Digo con un nudo en la garganta.

— Claro que te quiero Martín — Respondió Juanjo con la voz rota.

— ¿Paso algo en ese baño? Si o no

El silencio era matador y me lo dijo todo.

— Paso algo si o no Juanjo.

— Si — Por su cara me imagino que me estaba poniendo algo pálido.

— No me puedo creer que me haya hecho esto — Pensé mientras se me hacía un nudo gigante en la garganta.

— Martin solo fue un beso de verdad, no significo nada para mí te lo prometo, entiende que al no ser novios oficialmente tu y yo el alcohol me llegará a confundir, a demás pensé en ti mientras le besaba eso te lo aseguro, solo tengo ojos para ti, porfavor dime algo — Cada palabra que decía Juanjo era más temblorosa que la anterior por los nervios.

— Para mi si era mi novio — Pensé mientras intentaba aguantar con todas mis fuerzas las lágrimas.

— Sabes cuál es la diferencia entre tú y yo Juanjo?, que yo por muy borracho que fuera ayer, y por mucho que me comieran la oreja con cumplidos un montón de tíos en la fiesta, no hice nada, porque pense en lo que tenemos o bueno lo que creía que teniamos porque visto lo visto no se qué pensar a estas alturas — Dije levantándome.

— Martín porfavor — Comentó Juanjo agarrándome del brazo, ver cómo sus ojos estaban llenos de lágrimas me partía en pedazos.

— Que quieres que te diga Juanjo, que me da igual? Que te perdono? He estado llorando toda la puta noche Juanjo, toda la puta noche, Lo siento mucho pero es que mi orgullo va antes Juanjo — Dije con lágrimas en los ojos mientras levantaba la mano para que me pusieran la comida para llevar.

— Martin porfavor — Dijo rompiendo en llanto mientras me abrazaba con fuerza, yo sin embargo no le correspondía el abrazo porque me costaba hasta respirar y ya no sabía que hacer.

— No quiero que te vayas estás 3 semanas a Getxo antes de los ensayos de la gira odiándome, Martin porfavor perdoname, te quiero — Decía Juanjo rompiendose en un llanto muy intenso, era de agradecer que las únicas personas que estaban viendo este numerito eran los camareros y ningún cliente del hotel ya que el restaurante estaba vacío.

Una vez el camarero me trajo las bolsas con la comida, en un llanto silencioso le suplicaba a Juanjo que dejará de abrazarme porque estaba comenzando a agobiarme bastante.

— Adiós Juanjo — Dije con lágrimas en los ojos.

Cuando porfin estuve dentro del ascensor rompí en llanto mientras llegaba a la planta 7 que era donde estaba la habitación de Ruslana.

Cuando porfin me abrió la puerta Ruslana que en ese momento estaba con Kiki me rompí aún por completo, sobraban las palabras con lo cual lo único que hicieron Ruslana y Kiki fue abrazarme con fuerza mientras me invitaban a entrar dentro para que me tranquilizara.

— Martín, cariño, ¿qué ha pasado? — preguntó Ruslana con voz suave, colocando una mano reconfortante en mi hombro.

Tragué saliva antes de intentar articular palabra, pero las lágrimas seguían impidiéndome hablar con claridad.

— Juanjo... — logré susurrar finalmente, pero las palabras se atascaron en mi garganta.

Kiki se sentó a mi lado, abrazándome con ternura mientras Ruslana me ofrecía un pañuelo para secar mis lágrimas. Me sentí arropado por su cariño, pero la herida en mi corazón seguía sangrando.

— ¿Quieres contarnos qué ha pasado, Martín? — preguntó Kiki con voz dulce.

Inhalé profundamente, intentando reunir el coraje necesario para relatar lo sucedido. Entre sollozos y pausas, les conté sobre la traición de Juanjo en la fiesta, cómo me había destrozado descubrirlo y la lucha interna entre el amor que sentía por él y el dolor de la traición.

Ruslana y Kiki escucharon atentamente, ofreciendo palabras de consuelo y apoyo en cada pausa. Sentí un alivio momentáneo al compartir mi dolor con ellas, pero la angustia seguía latente en mi pecho.

— Martín, lo siento mucho, cariño — susurró Ruslana, acariciando mi cabello con ternura. — Esta situación es difícil, pero sea cual sea tu decisión, nosotros estaremos aquí para apoyarte.

Kiki asintió en señal de acuerdo, manteniendo su abrazo reconfortante a mi alrededor. Me sentí agradecido por tenerlas a mi lado en ese momento de desesperación.

— Gracias, Ruslana. Gracias, Kiki — murmuré, sintiendo un atisbo de esperanza en medio de la oscuridad que envolvía mi corazón.

La noche cayó lentamente sobre nosotros, envolviéndonos en su manto oscuro. Con el corazón lleno de incertidumbre y dolor, me sumergí en un sueño intranquilo, deseando encontrar respuestas y paz en las horas por venir.

Armonía prohibida (Ot 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora