52| Adaptación

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Al llegar a Los Ángeles, ya había caído la noche. El largo vuelo desde España me había dejado exhausto, pero la emoción de estar en una nueva ciudad me mantenía alerta. Tras recoger mi equipaje y salir por la puerta de embarque, vi a un conductor de Uber esperándome con un cartel que tenía mi nombre. Subí al coche y nos dirigimos a la casa que la discográfica había alquilado para mi estancia de los próximos meses.

El trayecto fue una mezcla de asombro y cansancio. Las luces de la ciudad brillaban intensamente, iluminando los rascacielos y las calles llenas de vida. A pesar del tráfico, el viaje fue tranquilo y me permitió reflexionar sobre todo lo que había dejado atrás.

Al llegar a la casa, me sorprendió su elegancia. Era una vivienda moderna, espaciosa, con grandes ventanales que dejaban entrar la luz de la ciudad. Me acomodé rápidamente, dejé mis maletas en la habitación principal y me desplomé en el sofá del salón.

Decidí revisar mi móvil, que había mantenido en modo avión durante el vuelo. Al encenderlo, fui inundado por una avalancha de notificaciones. Entre ellas, destacaban más de doscientas llamadas perdidas de Juanjo. Al principio, la insistencia me pareció casi cómica, pero luego sentí una profunda incomodidad. Recordé las últimas conversaciones con él, llenas de reproches y desesperación. Sabía que, para poder enfocarme en mi carrera y mi nueva vida, necesitaba poner fin a esa situación tóxica.

Con un suspiro, decidí que era el momento de tomar una decisión drástica. Bloqueé su número, sabiendo que no sería fácil pero también que era lo correcto. No podía seguir permitiendo que su presencia dominara mis pensamientos y emociones. Necesitaba un nuevo comienzo, lejos del drama y la negatividad.

Esa noche, mientras me preparaba para dormir, sentí una mezcla de liberación y tristeza. Estaba solo en una ciudad desconocida, pero también estaba dando los primeros pasos hacia una nueva vida. Los próximos meses serían un desafío, pero también una oportunidad para redescubrirme y crecer. Con esa idea en mente, me dejé llevar por el cansancio y me dormí, listo para enfrentar lo que el futuro me tenía preparado.

Al día siguiente, me desperté con los primeros rayos de sol filtrándose por los ventanales. La ciudad ya estaba en plena actividad, y yo sentía una mezcla de emoción y nerviosismo por lo que el día me depararía. Después de una ducha rápida y un desayuno ligero, decidí que necesitaba un cambio radical para marcar el comienzo de esta nueva etapa en mi vida.

Mientras paseaba por el barrio, noté una pequeña tienda de productos de belleza en una esquina. Sin pensarlo dos veces, entré. El lugar estaba lleno de estanterías repletas de todo tipo de productos: desde cremas y maquillajes hasta tintes para el cabello.

Me acerqué a la sección de tintes y empecé a buscar entre los diferentes colores. Siempre había tenido el cabello de un tono natural, pero sentía que era el momento de algo audaz y diferente. Finalmente, mis ojos se detuvieron en un tono rojo intenso. "Perfecto", pensé. Este color reflejaba exactamente cómo me sentía: listo para destacar, para ser visto y no temer al cambio.

Con el tinte en la mano, me dirigí a la caja. La cajera, una mujer de mediana edad con una melena púrpura y una sonrisa amistosa, me preguntó si necesitaba algo más. Agradecí su amabilidad, pagué y salí de la tienda con una sensación renovada de determinación.

De vuelta en casa, seguí las instrucciones del paquete con cuidado. Mientras aplicaba el tinte, mirándome en el espejo, sentí que cada mechón que se cubría de rojo representaba una parte de mí que estaba dispuesta a renacer. El proceso fue largo, pero cuando finalmente lavé el producto y me sequé el cabello, me sorprendió el resultado. Mi reflejo me devolvía la mirada con una energía nueva y vibrante.

Me observé detenidamente, notando cómo el color rojo no solo había cambiado mi apariencia, sino también mi actitud. Me sentí más seguro, más decidido a enfrentar lo que viniera. Este simple acto de teñirme el cabello había sido un símbolo de mi compromiso con el cambio y la reinvención.

Armonía prohibida (Ot 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora