3. ¿Esta vez te quedarás?

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Rayos de sol entraban por mi ventana y me daban en la cara

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Rayos de sol entraban por mi ventana y me daban en la cara. Me acababa de levantar y si fuera por mi seguiría durmiendo toda la mañana. Me giro y cojo mi móvil para ver qué hora es. Las 10:45, había dormido lo suficiente como para tener mucha energía en el día de hoy. Quedaban dos días en la villa, tenía que aprovecharlos. Dentro de una semana comienzo la universidad y no tendré mucho tiempo libre.

Me levanté de la cama y mi prima no estaba en la suya. Supuse que ya se había levantado e ido a desayunar. Me metí en el baño y comencé a hacerme mi skin care routine. Una vez acabado salí de mi cuarto y bajé las escaleras. Para mi sorpresa, el desayuno ya estaba puesto en la mesa y todos estaban desayunando. Todos me saludaron.

- Buenos días bella durmiente - Me saluda mi prima con mucha ironía.

- Se vale despertarme antes de bajar a comer eh - Le digo yo para que la próxima vez me despierte, no quiero llegar la última.

Hay un asiento al lado de mi prima, así que me siento ahí.

- ¿No vas a comer nada? - Me dice Balde mirándome.

- Después saldré a comprarme algo - Le respondí con una sonrisa. Era verdad, se me apetecían unas tostadas con aguacate y un café de alguna cafetería local.

- Te acompaño - Me dice Pedri. Yo me limito a asentirle con una gran sonrisa y seguir escuchando la conversación de los demás.

Estuvimos hablando de qué haríamos hoy. Decidimos quedarnos en la villa y luego hacer un noche de juegos de mesa y pedirnos un McDonald's. Miré el reloj de la cocina y eran las 11:45. Ya tenía hambre así que le dije a Pedri que iba a coger mi cartera y salíamos. Una vez preparada me despedí de todos y me fui al parking, donde se suponía que Pedri iba a estar esperando por mi.

Bajé y no vi a Pedri, seguramente le habrá surgido algún imprevisto y llegará 5 minutos tarde. Esperé hasta que sentí que se abría la puerta del parking.

- Por fin - Le dije a Pedri, o eso pensaba yo - Por un momento pensé que no venías - Le dije mientras me giraba.

- Pedri no puede ir, yo te acompaño - Me dice una voz familiar. ¿Cuál era la probabilidad para que fuera él?

- Vale - Dije alargando la e mientras le seguía para subirme a su coche.

- Adelante - Me dice mientras me abre la puerta de mi asiento. Yo me río mientras me subo.

Una vez que nos abrochamos los cinturones emprendemos nuestro camino hacia una cafetería local. El trayecto nos lo pasamos hablando, bueno, mejor dicho, me lo pasé hablando, ya que Fermín me preguntó sobre mi experiencia en EEUU.

Llegamos al lugar, estaba totalmente vacío, no había nadie. Cogimos una mesa y esperamos a que nos atendieran. No tardaron ni dos minutos en hacerlo. Yo me pedí un café y unas tostadas con aguacate mientras que Fermín se pidió un sándwich.

Golden Boy (Fermín López)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora