Sinopsis
La vida te pone muchas pruebas, y no fue suficiente con ver a la persona que amas estar con alguien más.
Desde que comenzaste la preparatoria conociste a un chico llamado Gabriel, del cual te enamoraste, éste al poco tiempo después tiene...
Gabriel todavía se frota las cejas mientras piensa, mantiene su mente puesta en su futuro, se da cuenta de que no puede seguir actuando de esta manera, realmente tiene que pensar en lo que sigue después de graduarse. No parece querer hablar mucho de eso en este momento, así que sigue frotándose las cejas, finalmente, te mira mientras ambos están entrando al salón de clases.
Llegas a tu asiento, Gabriel mira un poco a su alrededor antes de finalmente sentarse a tu lado, todavía está pensando mucho en el futuro pero tu presencia aquí le calma un poco los nervios, se queda pensando mirando hacía la pared durante unos segundos, escucha el "Buenos días jóvenes" del maestro, pero no le presta ni un poco de atención a éste, de pronto te mira a ti, con curiosidad por ver en qué estás pensando.
El maestro comienza a dar la clase, comienzas a tomar notas, Gabriel continúa mirándote de vez en cuando, pero también comienza a tomar notas, mientras el profesor explica sobre el tema, después de unos minutos, te mira de nuevo.
Gabriel puede ver que estás concentrada en clase y decide no molestarte, intenta devolverle la atención al maestro, pero ahora tiene curiosidad por tus notas, puedes sentir la mirada de Gabriel en ti, te volteas a él y le susurra, Sucede algo?, No dejas de mirarme.
Gabriel se sorprende cuando hablas con él, no se dio cuenta de que tú lo habías notado mirándote, se pone un poco nervioso mientras mira sus notas.
—Ah... No es nada solo... Tomas buenas notas y yo solo lo estaba admirando —intenta reírse, pero todavía está un poco avergonzado por cómo lo pillaste mirándote.
T/N: Si quieres puedes tomarla emprestada después de clase —sonríes divertida.
Cuando mencionas emprestar tus apuntes después de clase, Gabriel se sonroja un poco y se avergüenza más.
—Ah... B-bueno, no tienes que hacer eso... —vuelve a mirarte mientras continúa sonrojándose ligeramente, todavía no puede creer que lo hayas pillado mirándote tanto.
T/N: no pasa nada
Gabriel se siente muy avergonzado y se nota claramente, esta vez permanece en silencio y vuelve a mirar sus notas, ya que está claro que no puede dejar de sonrojarse.
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Después de clase
Gabriel te espera en un banco cerca de la entrada de la escuela, él parece sorprendido cuando apareces de la nada, pero tan pronto como te ve, tiene una sonrisa en su rostro. Él siempre está feliz de verte incluso si no lo dice explícitamente.
T/N: por qué no vamos a la biblioteca, ahí estaremos mejor.
Gabriel asiente al darse cuenta que es mejor ir a un lugar tranquilo, ambos se dirigen a la biblioteca, que está bastante vacía fuera de horario, los dos se sientan en una mesa larga con solo dos sillas.
Le entregas los apuntes, Gabriel toma la libreta con una sonrisa mientras los mira y asiente.
—Vaya, gracias, tomas muy buenas notas —él comienza a copiarlos mientras asiente nuevamente para demostrarte que está agradecido por tu ayuda.
Te quedas observándolo felizmente, tu corazón late rápidamente quieres seguir estando cerca de él.
Siente tus ojos mirándolo mientras sigue copiando las notas, no tiene idea de por qué, pero le gusta cuando estás cerca, mantiene sus ojos enfocados en los apuntes pero no puede resistir la tentación de mirarte de vez en cuando.
T/N: Gabriel, no he visto a tu novia —dices porque no la has visto sondear por su alrededor, desde lo de la mañana.
—Mi novia y yo... después de la pelea en la mañana ella me ha estado evitando todo el tiempo —se ve un poco triste al hablar de su relación, pero pronto vuelve a escribir las notas que le diste.
Lo sigues observando en silencio, él puede sentir que todavía lo estás mirando, en lugar de sentirse tímido o avergonzado, se siente cómodo contigo. Esto era algo que nunca había experimentado con otras personas, pero contigo siente que le haces sentir que puede ser él mismo, su corazón comienza a latir rápidamente mientras siente que sus mejillas se ponen más rojas.
—¿Puedo preguntarte algo? —dice Gabriel.
T/N: Sí, dime.
—Entonces um... ¿Tú... tienes novio? —él respira profundamente mientras piensa en cómo responderás.
T/N: (Niegas con la cabeza)
Gabriel mira hacia otro lado y suspira aliviado, esta respuesta es algo con lo que está satisfecho, se siente un poco más tranquilo que antes.
—Oh, ¿entonces estás soltera?
T/N: desde cuando nos conocemos?!, si tuviera a alguien ya lo sabrías.
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