BlackPink y Tú (Vol. 2)

¿Amigas? (1/2)

Mi corazón se agitó cuando escuché unos toques en la puerta.
No tenía que abrir para saber quien era.
Hace un rato había llamado a Jennie para que viniera porque hay algo importante de lo que anhelo hablar con ella.

Me levanté y caminé hacia la puerta.
Lo hice lento porque mis piernas estaban débiles.
Sentía que podía caerme en cualquier momento.
Estaba muy nerviosa. 

Abrí la puerta luego de tomar una bocanada de aire.
Sentí que mi respiración se cortó al verla allí.
Se veía tan linda, me robó el aliento.

Bueno, eso es lo único que ha hecho últimamente.
Me roba el aliento cada que la veo.
Siempre está hermosa.

—Ven, pasa —Le sonreí amable y ella entró.

Caminó con una pequeña sonrisa hacia el sofá.
Miré atenta cada uno de sus movimientos.
Mis manos se tensaron luego de cerrar la puerta.
Sabía que esto iba a ser algo muy difícil. 

Hemos sido amigas por muchos meses.
Pero ella es la dueña de mi corazón desde la primera vez que vi sus ojos.
Sin embargo, ella no lo sabe.
Nunca se lo he confesado.

No se lo he dicho a nadie más que las chicas.
Son las únicas que saben que me muero por Jennie Kim.

Luego de un gran apoyo por parte de ellas y de darnos cuenta de que definitivamente ya no puedo esconder más mis sentimientos, decidí decirle hoy cómo me siento en realidad. 

Por eso la llamé hoy.
Necesito sacarlo de mi. 

—Dijiste que tenías algo importante de qué hablar 

Asentí tomando asiento a su lado.

—De hecho, llevo mucho esperando para hablarte de esto —La miré. —Casi que desde el día que nos conocimos, pero he tenido mucho miedo

—¿Miedo de qué? —Soltó una risa nerviosa. 

—No quiero que nuestra amistad se arruine después de lo que voy a decir, pero al mismo tiempo ya no puedo ocultarlo más

Jennie pasó saliva pesadamente.
Ya sabía hacia donde iba esto...

—Mira, Jennie, esto es muy difícil para mi 

—Solo dilo

Asentí y tomé su mano.
Jennie se dejó, pero estaba a nada de quitar su mano.

—Desde que nos conocimos supe que había algo especial en ti, eres hermosa y me has enamorado por completo; nunca  antes había sentido algo tan fuerte... —Comencé. —Han pasado muchos meses desde que nos conocimos y ese sentimiento solo se intensifica con cada día que pasa; necesito que sepas como me siento porque ya no puedo ocultar este sentimiento tan fuerte. Jennie... Yo te amo 

Ella suspiró y soltó mi mano.
Mi corazón se detuvo un instante.

—¿Jennie?

—Si, te escuché —Murmuró.  

—Okey...

Jennie escondió su rostro entre sus manos.
Capturó su labio inferior con sus dientes.
Dejaba salir fuertes suspiros.

—Yo en serio te amo, Jennie; he visto la forma en la que me miras y las chicas me dicen que piensan que te sientes igual que yo

—Bueno, se equivocan 

Le dolió pronunciar aquellas palabras.
Pero fue más que obvio que no le dolió tanto como a la menor.
Escuchar aquellas palabras le dolió tanto, que en sus ojos se reflejó al instante. 

Tan pronto vio las lágrimas acumularse allí, sintió la necesidad de tomarla entre sus brazos.
De decirle que todo estaría bien.
Sentía la necesidad de arreglar las cosas.
Decir que no lo decía en serio.

Pero ya dijo la verdad... ¿No es así?

Se preguntó eso a si misma un par de minutos.
No.
Son mejores amigas.
Ella no puede sentirse así.

No puede amar a T/n... ¿Puede?

Ella negó alejando los pensamientos. —T/n, lo siento; yo solo no me siento igual 

¿Por qué le dolió tanto decir esas palabras? 
No podía arruinar la amistad.
No tomaría el riesgo de enamorarse. 

Pero en el fondo sabe que no es verdad...

Solo trataba de convencerse a si misma.
Ella no está segura de lo que siente.

—Mira, T/n--

—No —Murmuré. —Por favor, vete 

—No, T/n; no hagas esto —Suspiró. —Mira, podemos seguir siendo amigas 

Amigas...

¿Por qué esa palabra ya no se sentía bien para ella?

—No quiero ser tu amiga, no ahora —Sollocé evitando su mirada. —Necesito espacio; vete, por favor 

Ella asintió en silencio y caminó fuera de la casa.
Sintió una puñalada en su pecho cuando escuchó sollozos adentro.
Tan pronto cerró la puerta, se dio cuenta de todo.

Acababa de arruinar una de las mejores cosas que le pasó.
Y todo gracias a que no había escuchado a su corazón.

Al caminar hacia su auto, algo le decía que deira media vuelta.
Sentía algo mucho más fuerte que solo un cariño de amigas.
Pero ahora en su mente solo había una pregunta...

¿Se había dado cuenta muy tarde?