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𝙼𝚘𝚜𝚌𝚞́, 𝚁𝚞𝚜𝚒𝚊
𝟸𝟶 𝚍𝚎 𝚘𝚌𝚝𝚞𝚋𝚛𝚎 / 𝟷𝟶:𝟹𝟶 𝙿𝙼
Makarov se encontraba en la capital rusa pues estaba resolviendo unos pequeños problemas, pues al parecer los shadows no entendieron la pequeña Advertencia que les dios así que se encargaría en persona.
Era un edificio abandonado, tenía a tres shadows amarrados con los ojos vendados. Se acercó a ellos lentamente mientras apuntaba su arma hacia sus cráneos, sus hombres escoltaron a un shadow el cual llevaba una máscara claramente para que su rostro no se viera pues al parecer ese era el infiltrado de makarov.
─ Cómo se sentirá que la persona en la que más confiaron nos haya vendido, no quisiera ser ustedes en este momento ─ chasqueó los dedos para que sus hombros les quitaran las vendas ─ no les quedó en claro la advertencia que di, no busquen más al comandante graves ─ parecía ya hablar enojado.
─ ¡Tu maldito bastardo dónde lo tienes! ─ gritó molesto, ganándose un puñetazo por parte de los hombres de makarov.
─ Escúchame muy bien los que les voy a decir, ustedes van a guardar un pequeño secreto van a conocer a la persona que vendió a su querido comandante ─ volteó a ver a aquel Shadow cuál llevaba una máscara, haciéndole una seña para que levantara la misma.
─ TU HIJO DE PUTA! ─ miró incrédulo a aquel hombre.
─ CONFIAMOS EN TI... MALNACIDO ─
─ AHORA ENTIENDO POR QUE TE PORTADAS ASI ─
Makarov le quitó el seguro a la pistola, para después apuntarles y dispararles matando al instante a aquellos shadows, volteó ver al traidor haciendo que otra vez se cubriera la cara y diciéndole a sus hombres que se lo llevaron de la habitación, sonrió al ver aquellos cuerpos ya muertos Tal vez serían comida para sus mascota.
