₀₀₀┊ ❛ WHITE BUTTERFLY'S ❜
⁎ descendants fanfic.
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▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
en donde ┈➛ Stephanie y Carlos
se sintieron atraídos el uno por el otro
aún siendo de lugares completamente
diferentes.
Car...
STEPHANIE CAMINABA con rapidez por los pasillos de la preparatoria Auradon, le había prometido a Benjamín que llegaria puntual a la llegada de los hijos de los villanos pero al llevar tan solo un mes en el reino no conseguía memorizar por completo los lugares.
Paró un momento para respirar y bajo las escaleras que daban directo a la entrada donde ya había una multitud de gente bastante intrigada, dio paso entre ellos disculpándose cada que chocaba con alguno.
— ¡Steph! Creí que no vendrías —habló Ben mirándola—. Llegaste justo a tiempo.
— Lo lamento, me perdí y tuve que correr por todos lados —respondió ella con la respiración entrecortada, tomó una bocanada de aire y se posó a un lado del futuro rey.
— Está bien, no hay problema.
Benjamín regresó su atención a Audrey, quien era su pareja, y Stephanie acomodó su peinado al querer tener una buena imagen ante los nuevos. Escucho a el hada madrina soltar un suspiro ansioso y puso los ojos en blanco cuando escucho a Audrey decir que no le parecía buena idea y que la primera proclamación de Ben tendría que haber sido cambiar las clases y pedir más tiempo para ellos dos a solas.
Se enderezó apenas vio una gran limusina negra acercarse al lugar, sintió que su piel se erizaba de nerviosismo por conocer gente nueva. Jugó con sus manos con algo de angustia después de fingir re acomodar su vestido azul cielo, miró de reojo a Ben quien acomodó su corbata y esperó a que la limusina negra llegara frente a ellos.
— Estoy nerviosa —le susurró al rey.
— La verdad es que yo también —Stephanie le sonrió y regresó su mirada al frente.
La limusina dio vuelta y una melodía comenzó a resonar por el lugar, la banda de la preparatoria se encargaba de intentar darles una cálida bienvenida. La multitud comenzó a soltar pequeños gritos de emoción y movían de lado a lado las banderas y carteles que llevaban en sus manos.
Un hombre con traje negro salió de la puerta del conductor, su expresión era seria e irritada, demostrando que no le agradaba lo que estaba haciendo. Camino hacia la puerta del pasajero y de la limusina cayó un chico con pelo blanco y ropa extravagante que peleaba con otro chico de pelo largo y gorro, por algo que parecía ser una chaqueta de mezclilla.
— ¡No! —gritó el que se encontraba en el suelo—. ¡Tienes todo lo demás! ¿Por qué quieres esto que no se que es? —chilló.
