Cuarto mes

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Su esposo se encontraba postrado en cama,y es que después de una fea caída del caballo,uno de encontraba gravemente adolorido. Se había lastimado el brazo izquierdo,el doctor dijo que no era nada grave pero si tendría que guardar reposo al menos una semana en cama.
Beatrice se encontraba a su lado desde que un par de mozos llegaron con él entre brazos gimiendo del dolor. Se había preocupado en demasía,pero sabía que le haría daño al bebé. Así que se sereno lo más rápido que pudo.
Su vientre ya era notorio para todos,por su complexión parecía que se había tragado una enorme sandía de un solo bocado...
¡Ah! Y además,ya habían sentido las primeras patadas del bebé. Si,hace unas noches cuando estaban apunto de quedarse dormidos Beatrice abrió los ojos sobresaltada por los pequeños movimientos que sintió en su interior,eran como pequeños aleteos de una mariposa en plena primavera. Después comprendió de que se trataba de su pequeño o pequeña,y no pudo evitar derribar unas cuantas lágrimas... Su esposo por el contrario,había saltado lejos de ella como si los movimientos hubieran sido hierros calientes y le veía la panza sin comprender el asunto...
Por supuesto,le hizo burla por un día completo,hombre de universidad y no sabía que se trataba de las patadas del bebé...
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El doctor había checado también a la duquesa,y se había sorprendido al ver su enorme vientre. No exteriorizo nada para evitar más preocupaciones a la dama,pero sabía que ese tamaño no era normal... Al menos no para el tiempo de gestación que tenía.
Afortunadamente todo lo demás estaban en perfectas condiciones,tanto la madre como el niño eran completamente sanos.

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Beatrice estaba sentada en el cómodo sofá individual de su habitación leyendo un libro que su cuñada Rowena le había prestado. Era de nombres para los bebés,se lo habían obsequiado en la fiesta de canastilla pero ella ya tenía claro el nombre para su bebé, se llamaría Anthony James... Un nombre un tanto peculiar.
Ella no sabía que opciones elegir,todos le parecían hermosos. Su esposo estaba concentrado en unos documentos de trabajo,que estuviera en cama no le impedía seguir trabajando.
- ¿Has pensado en algún nombre para el bebé? - pregunto su esposa,haciendo que alzará la vista hacia ella. Claro que los había pensado,desde el momento en que supo que serían padres...
- Si,tengo algunas opciones..¿Ya has elegido tu alguno de ese libro? - contesto sintiendo atraído por la conversación,dejando sus documentos aún lado.
- No puedo decidirme,todos son preciosos... Me está costando trabajo esto,¿Que nombres tienes tú? Tal vez así solo tenga que elegir un nombre
- Buena idea. Estaba pensando que si es niño me gustaría el nombre de Jackson... Y si es niña me gusta el de Lillian.
- Ambos son hermosos, entonces buscaré un nombre que me guste para cada uno y después decidiremos cuál será el primero y cuál el segundo... ¿Te parece?
- Cómo usted ordene madame - dijo con una deslumbrante sonrisa.
La observo regresar a su búsqueda,notandose concentrada con cada nombre que leía.
Pasaba su mano suavemente por su vientre hinchado,y sonreía cuando el suponía,le gustaba un nombre.
Era preciosa,su corazón latía desbocado cada que la veía. Sin contar que la amaba, verdaderamente la amaba. ¿Cuando sería el día en el que se atrevería a decírselo? Se sentía tan cobarde al guardar silencio...

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- Ambos nombres son hermosos - dijo una sonriente...y enorme Rowena. Su vientre estaba alcanzo medidas descomunales para ella. Se sentía cansada,hinchada y siempre tenía constantes ganas de ir al baño.
Benjamín se encontraba embelesado con la imagen de su mujer llevando a su hijo dentro...¡Pero si parecía un globo aerostático! Sus pechos crecieron también,y los sentía adoloridos con todo tipo de ropa... ¡Amaba a su bebé,pero que ya saliera por amor a todo lo sagrado!
- Es cierto, William y yo ya tenemos opciones también aunque es muy pronto... Si es niño se llamará George Aiden y si es niña Sara Collin
- Greyson y yo elegimos Albert Louis para varón y para mujer Sophia Peyton.
- Yo aún no logro encontrar un nombre que me guste,exceptuando los que Frederick propuso-.
Las cuatro embarazadas se encontraban reunidas en la mansión Evans para tomar el té en una de las salas de la planta baja... O ese había sido el plan,puesto que todas con las hormonas del embarazo habían decidido tomarlo al aire libre,adentro hacia mucho calor..
- Por cierto,¿Cómo te va con Frederick? - pregunto una Catherine abanicándose.
- De maravilla... Todo está saliendo mejor de lo que esperaba.
- Lo amas...¿Cierto? - pregunto directamente Mariah llevándose una galleta a la boca.
- ¿Tan obvia soy?
- ¡Ambos son más que obvios! Se les nota a kilómetros el amor,solo que ustedes no quieren aceptarlo.
- ¿Y si están equivocadas? Tal vez solo me quiere por qué tengo a su hijo dentro.
- ¡Que va! Ese hombre está loco hasta el tuétano por ti mujer.... Ahora sí me permiten,tengo que ir al baño - decía Rowena poniendo cara de disgusto y levantándose con dificultad...
¡Ah,que bella es la maternidad!.

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- ¡Por fin! - se alegro Beatrice de encontrar los segundos nombres para su bebé. Hubiera corrido hasta el despacho de su esposo para anunciar los nombres,de no ser que apenas y podía moverse,su vientre estaba creciendo y sentía que su agilidad se perdía...
Así que con calma subió y le hizo saber ambos nombres a su marido,quién la veía embelesado.
- Lillian Aurora y Jackson Hugo...me encantan- aprobó besando el vientre de su mujer y sintiendo al bebé moverse.
Esa tarde comieron en la terraza,un antojo reciente de su esposa; cangrejo y gazpacho frutal. Un poco inusual y vulgar para algunos,pero no para el quién estaba para complacer a su mujer y a su bebé.

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Estaban dando un paseo por el jardín. Ella iba descalza sintiendo el pasto entre sus dedos.
El doctor había recomendado estar activa,le ayudaría al parto había dicho. Por lo que cada día cambiarían por los jardines extensos,a paso muuuy lento. Su enorme barriga y sus pies hinchados ya no la dejaban moverse como ella hubiese querido. Pero no podía quejarse,sabía que valdría la pena...
Sonrió al sentir las patadas de su bebé.
A su lado su esposo caminaba de la mano de ella,platicando acerca de lo poco que sabía de los insectos que habitan sus tierras.
- Te amo - soltó Beatrice viendo como se congelaba y la veía como una loca.
Suspiro con pesar,sabía que no la amaba,ella estaba segura...¡Por qué tuvo que abrir la boca!.
Estaba apunto de darse la vuelta cuando el la tomó en brazos y besándola con intensidad,dijo las palabras que tanto había deseado escuchar..
-Te amo

Una esposa diferente para el ducado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora