Mix de Historias - SpainRp 2.

Gustabo García

"Eres mi punto débil, y no sabes lo aterrador y emocionante que es eso."

Comisaría.

Conway: Gustabín.. Gustabín.. No me toques los cojones que hoy no ando católico subnormal

Gustabo: Joder, que viejo más amargado.

Conway: Tu puta madre anormal
-me pega un porrazo-

Gustabo: ¡A!

Salí corriendo de la armería para después ir al garaje, donde se encontraba Isidoro en un patrulla.

Isidoro: ¡Vamos chochito de fresa que a saltado un coche de importación!

Gustabo: Isidoro.. -me subí- Cómo me vuelvas a llamar así te juro que hago que te despidan.

Isidoro: Joder Gustabo que borde estás hoy eh

Gustabo: Hoy mismo no tengo paciencia así que.. ¡No me toques los cojones y tira para el coche! -grité-

Mientras que Isidoro conducía para la ubicación, mi móvil comenzó a sonar, así que contesté.

Gustabo: ¿Qué?

Gustabiño.

Gustabo: Hombre Trucazo, ¿Qué quieres?

Joder que borde eres macho..

Oíste, hay una chica en comisaría que quiere hablar contigo neno

Gustabo: ¿Ah sí? ¿No será otra de tus bromas, no?

No, no, no sé a qué te refieres Gustabiño.

Gustabo: Dile que aproximadamente en 15 minutos estoy ahí.

Finaliza la persecución.

Gustabo: Hoy no es tu día eh Isidoro

Isidoro: Joder tete, ya lo tenía pero putos civiles

Gustabo: Tira pa comisaría anda, que hay una chica que quiere hablar conmigo

Isidoro: ¿A qué te has hechado novia tete?

Gustabo: Pero que dices gilipollas, ami no me va eso

Isidoro: Pero si eres un galán Gustabo, tienes a las nenas locas pero eres un negao

Gustabo: Soy un bombón, eso no te lo voy a negar

Comisaría.

Llegamos a comisaría, al bajarnos noté a varios civiles casi gritando por querer ser atendidos.
Pasé de largo provocando que se molestaran más pero me dio completamente igual.

Al entrar a comisaría me encontré a Freddy hablando con una chica la cual estaba de espaldas.

Freddy: Gustabiño..

Al decir mi nombre la chica se gira, al ver su rostro me quedé completamente helado.

Isidoro: ¿Qué pasa tete?.. -mira a la chica- ¿Qué pasa princesa?

Ella me miraba directamente a los ojos con esa sonrisa, así que la tomé de la mano para llevarla a una sala en privado.

Al entrar procedí a cerrar con pestillo.