Mix de Historias - SpainRp 2.

Jake Murray pt.3

"Un hombre complicado."

Final.

Moore.

Hoy era mi día de descanso, ¿Planes? No tenía absolutamente ninguno, lo que sí tenía ganas de hacer era estar encerrada en mi departamento, ya sea durmiendo o comiendo.

10 de la mañana y todavía no me levantaba de la cama, simplemente miraba el techo de mi recámara mientras mis pensamientos me comían la cabeza.

______: ¿Qué fue lo que hice mal?

No me sentía triste, mucho menos enojada, solamente decepcionada de mi misma, debido a que siempre, siempre se repetía la misma historia.

La gente se iba de mi vida sin dar explicaciones o respuestas, y a cierto punto creía que la del problema era yo.

O daba todo de mí para ellos o no estaba dando lo suficiente.

Mientras estaba recostada en la cama, dejando que el tiempo pasara sin ningún propósito definido, sumergida en mis pensamientos. El sonido del timbre rompió la monotonía, sacándome momentáneamente de mi ensimismamiento.

Dudé por un instante si debería levantarme para atender, pero el insistente sonido del timbre me empujó a hacerlo.

Con poca energía, me enderecé y me dirigí hacia la puerta, aún preguntándome quién podría ser a esa hora y con qué motivo.

Al abrir la puerta, me encontré con Filadelfo, su rostro iluminado por una sonrisa traviesa que contrastaba con mi propia expresión adormilada.

Me observó de arriba abajo, sin poder contener una risa al verme en ese estado desaliñado, lo que me hizo preguntarme que tan mal me veía en estos momentos.

Filadelfo: Buenos días

Después de saludarme con dos besos en las mejillas, me miró con complicidad, ignorando mi evidente estado de agotamiento.

_______: ¿Necesitas algo?

Pregunté con un suspiro apenas perceptible, esperando que fuera algo rápido para poder volver a mi letargo en la cama.

Filadelfo: Ven, vamos a tomar el aire y a disfrutar un poco la ciudad.
-me sonríe-

_______: No me apetece Fil, la verdad

Filadelfo: Por favor..
-me mira mientras hace un puchero-

Insistió tanto en que saliéramos a disfrutar del día, como si no pudiera aceptar mi negativa a su propuesta.

Filadelfo: Te prometo que no te vas a arrepentir.

Mientras él hablaba, yo me apoyaba en el marco de la puerta, sintiendo el peso del cansancio en cada parte de mi cuerpo, pero también un destello de curiosidad ante la posibilidad de romper la rutina y dejarme llevar por la aventura que él parecía proponer.

Filadelfo: ¿Sí?

Con una mirada llena de complicidad y una cálida sonrisa, logró derribar mis defensas y convencerme.

Sus palabras parecían llevar consigo una promesa de diversión y momentos memorables que no podía ignorar.

Aunque mi cuerpo aún protestaba por el cansancio, su entusiasmo contagioso despertó una chispa de energía dentro de mí. Finalmente, con un suspiro resignado pero también con una sonrisa creciente en mi rostro, accedí a su propuesta de salir a disfrutar del día juntos.

Comenzó a pegar brincos de emoción así acercándome a mí para darme un emocionado abrazo.

_______: Si, si -lo abrazaba mientras reía-