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Hermione quiere tener amigos (Harry Potter)

( Universo Alternativo / Secundaria Normal / Protagonista Trans / Angustia / Final feliz )

Ese día Hermione iniciaría su primer año de secundaria en Escocia. Al bajar del transporte su corazón latía con sentimientos encontrados, estaba feliz de pasar a un nivel superior en su educación, tendría acceso a más libros, podría pasarse horas leyendo y obteniendo nuevos conocimientos, pero también estaba preocupada porque sería el primer año en que iría como realmente era.

Lo había sentido toda su vida pero durante las vacaciones entre la escuela elemental y la secundaria fue cuando lo dijo en voz alta para sí misma y luego frente sus padres. Ellos estuvieron confundidos unos días, investigaron, la aceptaron y la apoyaron en su tratamiento de transición. Como todavía tenía doce años no podía tomar estrógenos, solo bloqueadores. Con eso era feliz por el momento, no quería que su voz se hiciera grave ni su cuerpo se hiciera tosco. Ya tenía el cabello largo, siempre le había gustado tenerlo así, lo malo es que no se lo peinaba regularmente y su melena castaña era una maraña.

Tomó aire, se adentró en el colegio y se dirigió a su salón caminando segura aunque por dentro su estómago estaba encogiéndose de nervios. Esa secundaria era enorme y tenía un aspecto antiguo que le agradaba. Entró a su aula, tomó asiento al frente y sacó su cuaderno y plumas, acomodando cada objeto en un orden perfecto sobre el pupitre.

La primera clase era Matemáticas, ya quería que empezara, esa materia se le daba bien, al igual que Historia, Ciencias, Inglés y Geografía. Solo Educación Física y Arte le costaban.

Mientras el maestro llegaba escuchó a otros estudiantes hablando entre sí, no podía creer que ya algunos habían hecho amigos el primer día del primer año. A ella siempre le costó congeniar con los demás. El maestro llegó un minuto después, escribió un ejercicio en el pizarrón y preguntó quién deseaba pasar a resolverlo. Hermione levantó su mano con extrema rapidez.

—Adelante —dijo el profesor y le entregó la tiza.

—Gracias.

Ella trazó veloz los números, regresó la tiza y se sentó.

—Muy bien señorita...

—Granger profesor.

—Granger, has respondido correctamente, te has ganado un punto —el maestro buscó en su lista, enarcó las cejas y preguntó—. ¿Perteneces a esta clase?

—Sí profesor —respondió segura aunque su corazón palpitaba ansioso.

—El único Granger que encuentro es un tal Hermes.

Hermione sintió que su estómago daba un vuelco. Ese era el nombre que le habían asignado al nacer. Le gustaba que sus padres hubieran escogido el nombre de un dios griego, así que al transicionar optó por la versión femenina. Lamentablemente el gobierno no había hecho los cambios en los documentos correspondientes y tuvo que inscribirse con su deadname.

—Soy yo profesor, hubo una confusión, debe decir Hermione Granger. 

—Es un chico con falda —oyó que decía una chica con sorna.

En ese momento no lo supo pero después se enteró que esa estudiante se llamaba Pansy Parkinson quien le haría vivir un infierno. Luego de que Pansy hiciera esa broma hubo más murmullos burlones. Hermione enrojeció de vergüenza y se encogió en su asiento.